De "Semana Zángana" y demás (20180325)
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
Guatemala es única en el mundo por muchas situaciones buenas, malas y hasta increíbles, pero ninguna como cuanto acontece durante el asueto movible de Semana Santa, comúnmente conocido como "Semana Zángana", puesto que sucede un poco de todo en ocasión de un largo asueto que se prolonga durante una semana completa.
Así, un grueso de la población permanece holgazaneando en casa viendo la televisión, otros tantos vegetando en casa, mientras llega el momento de salir a cargar en hombros (por tradición, costumbre y/o devoción) algún(as) del LOS MÁS GRANDES CORTEJOS PROCESIONALES DEL MUNDO, que dicho sea dicho de paso, ¡colapsan durante las horas previas y a su paso, el tráfico en su conjunto!, tomándose selfies para subirlas a las redes o comentar "que lo hicieron" en las redes, porque obviamente, "si no lo publican en las redes sociales, no lo hicieron"...
Otro grueso de la población lo toma como "un período vacacional" y se desplazan a diferentes sitios turísticos (obligando per se) a que otro buen número de personas les atiendan y no gocen de tal asueto, mientras las principales empresas cerveceras aprovechan tal concentración de personas en las playas para montar eventos y conciertos que les proveen enormes réditos comerciales y publicitarios, en una amalgama de intereses financieros y de posicionamiento de sus respectivas marcas, eso sí, ¡fomentando la "cultura de borrachera" ya vista como "normal" entre la población guatemalteca!
Lo contradictorio del asunto es que el origen religioso de tal asueto en todo el territorio nacional, ha llevado a que las celebraciones religiosas en los templos pasen a un segundo o tercer plano del diario acontecer nacional, puesto que un reducido número de personas (comparado con los millares que andan fuera), participa en tales oficios religiosos que fomentan (o fanatizan aún más) la fe que dicen profesar...
En este caos, existe también un enorme número de mujeres que deben "atender" a sus familias en cumplimiento de la arraigada costumbre de servidumbre heredada como consecuencia del sistema machista y patriarcal prevalente en la sociedad guatemalteca, siendo las menos favorecidas, puesto que deben prever las necesidades (y abusos) de los familiares e invitados que "deben atender". ¡Hermosa manera de escribir la cuasi-esclavitud (voluntaria o impuesta) en que viven ...!
El colofón de este "desorden total" es puesto por menor número de personas que permanece en casa u hospitales por su invalidez, ancianidad o enfermedad, y deben aceptar resignadamente las atenciones que puedan brindarles quienes no hayan logrado "cambiar su turno" (médicos y enfermeras) o la persona llamada a atender sus necesidades...
Sinceramente creo que no hacemos las cosas de la manera más correcta y deseable durante la "Semana Zángana" en Guatemala.
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