Texto: Jolie Totò Ryzanek Voldan.
Fotos: de distintos medios y personas que han publicado en la red.
Algunas campanas sonaron pretendiendo alertar
eran campanas de comunidades pobres y nadie las escuchó
mas todos escucharon el retumbo acostumbrado del volcán...
cuando empezaron a caer las piedras incandescentes y la ceniza ardiente
empezaron a pensar hacia dónde ir...
y corrieron hacia cualquier parte
los lahares se desprendieron de la cima del coloso
arrasando con todo a su paso
corrieron los más fuertes dejando todo tras de sí
los niños se quedaron a ver el espectáculo,
los viejos ya sin fuerzas se resguardaron en casa,
mismas que serían sus tumbas
poblados enteros quedaron sepultados por toneladas que arena y ceniza ardiente.
La tragedia se había consumado.
Las labores de rescate continúan con lo que se tiene:
casi nada distinto a la buena voluntad y al coraje de hacer algo por los demás.
Cuando llegó la ayuda, salieron solo con lo que tenían puesto y amaban...
el resto quedó en aquella futura e inmensa fosa.
En tanto, en la metrópoli las calles, viviendas y autos, se cubrieron de cenizas
los lavados de autos trabajaron a más no poder
y los expendios de víveres se convirtieron en "puntos de acopio de ayuda"
precisamente, para vivir un "bom de ventas" caído del cielo...
Guatemala es así: Cualquier evento sirve de pretexto para aumentar las utilidades
y explotar de manera inmisericorde a los mismos empleados de siempre
aquellos que trabajan porque no tienen alternativa y deben subsistir con sus familias.
Hacen "de todo un poco" y lo mismo son colocadores que bodegueros o cajeros y despachadores.
Es acá donde surgen emociones encontradas:
personas donando, otros ayudando en las tareas de rescate, otros haciendo acopio de víveres
pero todos amando, mientras otros "hacen jugosos negocios"...
y a veces llegas al llanto al observar tanto amor por los demás
y montas en cólera al visualizar el aprovechamiento de las circunstancias por otros...
Mi réquiem es por un pueblo en su conjunto, con sus contradicciones pero, es el mío
un pueblo empobrecido por la voracidad de unos pocos en detrimento de las grandes mayorías
mayorías que siempre ponen los muertos, heridos o su pérdida de todo
porque son los mismos propietarios que les han quitado todo
hasta que los orillan a vivir en laderas y sitios inhabitables por peligrosos
sí, el meollo de todo es que siendo un país inmensamente rico
la mayoría de sus pobladores vive en la miseria y el abandono
y, muchas veces, hasta sin su propia dignidad,
no por deseo, sino porque siempre les ha sido negada
y por ello, pocos la conocen.
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