Río (20200226)
Trepidante, cual caudaloso río discurre la vida: a ratos ruidosamente, a ratos plácidamente, pero siempre en movimiento y en pos de su destino final.
Así como es nuestra vida, con rápidos y lagunas... de día y de noche en constante intercambio de energías y arrastrando nuestros sentires e inquietudes: de crecimiento, de conocimientos, de lujuria, de amores y placeres, hasta que en nuestro horizonte aparece la vejez, que es el mar donde nos reuniremos todos algún día.
No es una tragedia morir al llegar al mar, es solo llegar al final conocido, luego de haber recorrido un cauce y haber dejado una huella de vida en la tierra... esa misma que nos vio nacer y crecer, para finalmente despedirnos en su borde junto al mar.
Así como el río se disuelve en el mar, muere como río y se une a sus precursores, habiendo dejado una huella en la tierra y sus riberas: un rastro de vida y recuerdos entre todos cuantos pudo amar, y entre todos aquellos que supieron nutrirse del amor y sentimiento que regó a su paso por sus particulares vidas.
¡Dejad que el río llegue al mar!, pues es en ese mar donde nos realizaremos en un nuevo ciclo de amor, cuando evaporados lo dejemos y ascendamos al cielo, para ser devueltos a la tierra como gotas de lluvia.
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
