Versos prosificados IV
Es la tarde del domingo, y mientras la luz del día languidece y el retumbo lejano del trueno se escucha anhelo escuchar tu voz; aquella que me llama al mimo y hace vibrar mi cuerpo por el deseo de sentirme entre tus brazos, que tus manos acaricien mi espalda, mientras que las palabras dan paso a los besos.
Besos tiernos y llenos de dulzura que me llevan al gozo supremo de sentirme querida por la persona que amo...
Apago la computadora y dejo el escrito tirado hasta donde lo llevaba, mientras, de forma sugerente pienso en tu abrazo delicioso que me hace olvidarlo todo... te doy un beso en el pecho, y tú lo pagas con otro en mi cabeza, mientras te sientas sobre mis piernas un momento, para buscar mi boca ansiosa de tus labios...
Las cosas lindas de una pareja empiezan de esta manera, pienso, y ante la premura del ingrato tiempo que no nos deja querernos más , refunfuño y doy gracias por tenerte y no solo los compromisos que ahogan el humano sentir.
Besos tiernos y llenos de dulzura que me llevan al gozo supremo de sentirme querida por la persona que amo...
Apago la computadora y dejo el escrito tirado hasta donde lo llevaba, mientras, de forma sugerente pienso en tu abrazo delicioso que me hace olvidarlo todo... te doy un beso en el pecho, y tú lo pagas con otro en mi cabeza, mientras te sientas sobre mis piernas un momento, para buscar mi boca ansiosa de tus labios...
Las cosas lindas de una pareja empiezan de esta manera, pienso, y ante la premura del ingrato tiempo que no nos deja querernos más , refunfuño y doy gracias por tenerte y no solo los compromisos que ahogan el humano sentir.
Jolie Totó Ryzanek Voldan.