AL SEÑOR PRESIDENTE OTTO PÉREZ MOLINA (20150514)

ORIFICIO

AL SEÑOR PRESIDENTE

OTTO PÉREZ MOLINA

Jolie Totò Ryzanek Voldan

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Soy una ciudadana transgénero que tuvo la preciosa herencia de ser criada y educada por aquellos ciudadanos ilustres de la Generación del 40, y por ello, poseedora de altos valores patrios y morales, complementados con muchos estudios formales e informales y muchos años vividos y sobrevividos, porque igualmente, he sufrido el estigma social de esta sociedad machista, patriarcal y dicotómicamente construida, que nos vio nacer y existir físicamente, más no jurídicamente.

En tal virtud, y siendo una persona mayor que usted mismo (soy de la tercera edad y debo trabajar para sobrevivir) me permito hacer las siguientes acotaciones respecto del gobierno que perentoriamente preside:

Está claro que el gobierno que preside ha caído en total y completo descrédito ante el pueblo que lo eligió, por todas, absolutamente todas, las acciones y decisiones de su gobierno, vistas con los ojos de nosotros las(los) gobernados.

Sinceramente, como guatemaltecas(os) nos da mucha vergüenza presentarnos como tales en el plano internacional, por la totalidad de desaciertos cometidos durante su gobierno.

A nivel interno, el clamor ciudadano para que renuncie ha sentado un precedente no visto desde la gloriosa Revolución de Octubre de 1944, precisamente, por la totalidad de desaciertos del accionar de su gobierno.

Todo lo anterior se ha visto detonado por el involucramiento de muchos funcionarios de gobierno en escándalos de corrupción que se escudan tras figuras legales que no debieran de existir, como el derecho a antejuicio, precisamente, porque niega la igualdad de todos ante la ley, constitucionalmente hablando.

Pero el colmo de todo, han sido los desplantes cínicos y declaraciones necias de todos sus funcionarios y de usted mismo -con el respeto que se merecen-, aparte de la cooptación de las instancias judiciales para poseer un descarado tráfico de influencias en instancias que debieran ser independientes per se.

Ante el anterior panorama, sinceramente, le aconsejo que ¡YA NO HAGA NADA MÁS (porque seguramente cometerá un yerro más), RENUNCIE Y ENFRENTE LA JUSTICIA!, porque será el único acto acertado de su pésimo gobernar.