sábado, 15 de octubre de 2016

Sociedad de solitarios II (20161015)


Sociedad de solitarios II (20161015)

Más allá de todo cuanto escribo y aquello que se dice de las cosas y situaciones, hay un por qué o una causa que origina la situación o el surgimiento de aquello.
Realmente, nada aparece hoy en día “por obra y gracia del Espíritu Santo” sino, el resultado materializado o no de aquello que se ha hecho (o dejado de hacer) en el pasado.
Y es que no es que me guste complicarme la vida, sino me encanta analizar las cosas desde la óptica histórica, ya que como he asentado, no suceden simplemente “porque sí”, sino antes bien, todo es la resultante de hechos (o no hechos) anteriores.
Así, no nos debe extrañar que tengamos una sociedad completamente deshumanizada, si ya nadie se preocupa ni de convivir con sus semejantes, sino que solamente se ocupan de utilizarlos en beneficio propio o de las causas que defiende.
Hoy en día asistimos al triste espectáculo de observar a aquellos seres humanos incapaces de vivir sin estar pendientes a cada instante de un aparato móvil de comunicación, observamos reuniones de personas en cualquier parte, donde cada cual está pendiente de su aparato y nadie siquiera se saluda o intercambia una mirada ni una palabra…
¿Cómo queremos avanzar como sociedad, si ya nadie sabe en quien creer?, ¿si es que hay alguno que se haga escuchar? Todo mundo se escandaliza de todo cuanto pasa, pero nadie hace nada “porque no tiene tiempo”, o porque realmente “no le importa”, porque “no es con él o ella”.
Asistimos, muy a nuestro pesar, a un momento histórico en que ya nadie cree siquiera que es importante leer o escribir correctamente o adoptar un lenguaje comedido… Todos vemos impasibles como todos pasan de la posición de indiferencia a la fuga y al lanzamiento de improperios contra aquello que no les gusta, pero nadie hace nada por cambiar.
Yo no deseo regresar al pasado, sino abogo por el fomento de la elemental cortesía de atender a quien tengo presente y a mi par o de frente, y a apagar el aparato de comunicación para atender a la persona que se ha molestado en apersonarse y no en ponerse a “chatear”, “mensajear” o “stalkear” contigo.
No es posible que las personas no tomen conciencia que deben separarse de esos aparatos, cuando manejan o cruzan la calle. No es posible que haya siempre dinero para mantener los aparatos de comunicación funcionando y conectados a la red, y que las deudas sigan esperando o se deje de comer o dormir…
Jolie Totò Ryzanek Voldan.

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