Antonio (20180423)
Hoy bebo sola el vespertino café
no tengo más con quien charlar
y con cada sorbo bebo mis lágrimas también
¡de verdad que te extraño cada momento más!
Debo cambiar nuestro pequeño mundo
o quizá dejar de beber café...
ya que el café sin charla es tan insípido como mi mundo sin tí.
Hoy no conozco el mundo que habito
y he perdido el deseo de explorarlo
la soledad ha invadido mi ser todo
y realmente no deseo nada.
Construimos una superlativa amistad
y hoy sabiéndome sola
no tego más con quien beber café y charlar.
Mientras mis lágrimas rodan
mi mente añora aquellas sesudas conversacones...
y mi fe lucha para confortar mi ser.
Descansa En Paz querido amigo
yo sigo enfrentando al mundo
porque sola vine y sola sigo.
Gracias por los años de amistad
por esa amistad que tantas pruebas superó
porque este pérfido mundo
aún no conoce la amistad sincera y sin sexo.
Porque en este mundo todos engañan
y porque finalmente, todos moriremos algún día.
Quizá ese día de reencuentro podamos charlar
quizá ese día no bebamos café
ni abordemos temas prolijos...
ese día Antonio, hablaremos de la amistad:
de la diáfana sensación de saberte entendido
de saberte apreciado por cuanto eres,
no por lo que posees
ese día Antonio, ¡quizá arreglemos este mundo!
Mientras ese día llega
beberé sorbo a sorbo mi vespertino café
e iniciaré un soliloquio porque nunca tendré otro compañero que comprenda la amistad
que posea tantos conocimientos y diga la verdad
que me diga sus sentimientos
y que cada palabra hayamos de definirla
hilando así, una charla sin fin.
Luego de algunos días de reflexión
retomaremos nuevamente la charla
con nuevos argumentos y nuevas investigaciones.
El café vespertino nunca será igual...
Jolie Totò Ryzanek Voldan