sábado, 21 de febrero de 2015

Sin título (20150221)

Hoy aprendí que la vida es comparable a una moneda, porque siempre hay dos caras para ver las cosas que en ella acontecen. Así, mientras unos ríen, otros lloran; unos nacen, mientras otros mueren... Al final de todo, no sé cómo sentirme, porque pronto vendrá (dice) mi pretendiente a Guatemala (no reside permanentemente acá), para ultimar detalles de mi traslado definitivo a su país de residencia (Inglaterra).
Así que no planeo irme pronto, porque no es fácil terminar mi vida acá, para irme mañana a otro país a iniciar por tercera vez mi vida y a los 64 años que tengo...
Así que ¡Qué alegre que en el otoño de mi vida encuentre con quien compartir el resto de mis días!, pero ¡Qué enorme reto y tristeza que ya no volveré a verles a ustedes cara a cara, para charlar y beber un café!
Tendré que dejar mi querido trabajo que me cansa tanto, pero me provee la preciosa oportunidad de hacer aquello que me apasiona.
Así, exactamente, es la vida, como ¡una moneda!
Jolie.

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