Orillados a golpear (20170921)
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
Sí, deberemos dar un Golpe de Estado como pueblo, porque visto está que la mayoría de la población se siente insultada y despreciada al no ser atendidas sus demandas, porque su voz es desoída por unos diputados que muy pocos reconocen como sus representantes, y porque hay pruebas que un buen número de los 158 diputados está implicado en ilícitos que deben ser juzgados penalmente.
Pero son estos mismos diputados (aproximadamente el 40% del total) quienes viendo que serán acusados penalmente en el corto plazo, han decidido jugarse "el todo por el todo", desencadenando en conjunto con el Señor Presidente y su Vicepresidente, la peor crisis vivida de la historia reciente en Guatemala, al no aprobar (son necesarios 105 votos) el antejuicio contra el mandatario, y crear el precedente jurídico de tener que hacer lo mismo con ellos mismos. ¡Así de lamentable es la situación provocada por su ingenua y desesperada decisión de “protegerse”!
El pueblo exige tres condiciones que ellos se han negado a escuchar,
precisamente, porque “no les convienen”, siendo estas:
1 1- Que se apruebe la
supresión del derecho de antejuicio del Presidente, porque hay suficientes
pruebas para que sea investigado y posteriormente enjuiciado.
2 2- Que renuncien
cuando menos los 107 diputados firmantes de una ley que pretendía legalizar la
corrupción, y que la Corte de Constitucionalidad (máximo ente juzgador de
Guatemala) anulara argumentando que “causaría un grave daño a la aplicación de
justicia”(sic) en el país.
3 3-Que se convoque a
una Asamblea Nacional Constituyente con la característica que deba ser
plurinacional, para hacer las reformas legales necesarias, a fin que esta
situación no se repita, además de otras enmiendas que han de hacerse para corregir
las grandes falencias detectadas en la Constitución vigente.
Ante tal panorama de cosas y teniendo en cuenta que solamente el
Congreso podrá disponer con los ya mencionados 105 votos favorables (e
imposibles de alcanzar por uno u otro bando), el tercer requerimiento de la
población, hemos caído en una situación de impasse,
toda vez que es imposible que tal cosa suceda, ya que en ningún momento será
posible que los diputados acusados de ilícitos dispondrán tal cosa, porque
saben que inmediatamente serían aprehendidos al perder la actual inmunidad que
gozan.
Así las cosas, todo apunta que la única salida que le queda al pueblo es
la toma del Congreso, y, en ejercicio de su propia soberanía (del pueblo) los
desafore a todos y nombre a nuevos representantes para que sean estos nuevos
delegados populares quienes dicten las medidas a tomar, para el cumplimiento de
los tres puntos exigidos por el pueblo que les nombró.
Lamentable o bienaventuradamente, este es el panorama que queda luego de
la movilización de 200,000 personas en todo el país el pasado 20 de septiembre,
y que la Comunidad Internacional deberá sopesar, para validar o invalidar tal
proceso que se avecina y esperamos no cueste tantas vidas de guatemaltecos y
guatemaltecas que luchan por erradicar las prácticas corruptas en el aparato
gubernamental de Guatemala.
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