Solidaridad (20200903)
Están por construir en el lote situado al frente de la vecidad donde vivo, por lo cual un tractor derribó adrede un gran encino.
Una de las vecinas que cocinan con leña se acercó al dueño y le solicitó regalada una rama del enorme árbol derribado para "su fuego".
El dueño le dijo:
-Todos estamos mal en estos momentos, por lo que si quieres el árbol entero yo te lo regalo.
la vecina muy agradecida y al borde del llanto dijo que avisaría a su esposo para que fuera con el hacha a partirlo.
El dueño de la obra le dijo que no era necesario, porque ellos tenían motosierras para partirlo y que se lo haría con mucho gusto, que solo avisara a su esposo para que fuera a acarrear los trozos.
Mi vecina corrió a la vecindad a llamar a las otras señoras que cocinan con leña, y estas a sus esposos e hijos, los hijos a los vecinos y en fin, ¡toda la vecindad se hizo presente para hacer el acarreo de las trozas!
En un santiamén un pequeño regimiento de personas se hizo presente para ayudar: Los hombres cargaron los trozos más pesados, las mujeres lo que soportaban y los niños rodaron los troncos hacia la vecindad... Como eran muchos, desmantelaron una de las cocinas y la convirtieron en bodega de leña, puesto que la lluvia provocada por el huracán "Nana" no amaina, y en menos de lo que canta un gallo la inpensada bodega de leña estuvo llena desde el piso hasta su frágil techo de láminas tiznadas.
El dueño del terreno y su servidora observamos la escena solidaria de vecinos así: El dueño feliz porque le ahorraron un flete de camión y otorgaron la oportunidad de ayudar a las personas pobres en estos difíciles momentos, y yo, anonadada de tal demostración de solidaridad entre todos en este mundo tan individualista y egoista en que vivimos.
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
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