Inicialmente suplico le den la mayor difusión posible
a este escrito, puesto que pretendo abrir mi corazón para que entiendan un poco
mis reflexiones respecto del futuro a que tod@s llegaremos algún día.
Pues bien, para nadie es un secreto que lo único
seguro en esta vida es que moriremos y que desde que nacemos empezamos a morir,
si es que todo discurre sin otro tipo de factores como accidentes, homicidios,
etc.
En ese orden de ideas, aclaro, abordo una temática que
tod@s debiéramos tener en cuenta, porque cuando ella sobreviene, simplemente no
hay vuelta atrás y es inevitable su llegada.
Adicionalmente, tenemos la idea que la muerte es una
tragedia en sí, cuando muchas veces es una solución, porque hemos dejado de
hacer aquello que solíamos hacer con todo vigor por los propios efectos de la
vejez; pero paralelamente, hemos aprendido a amar de manera mucho más amplia
que la mera manifestación carnal o de sujeción de una persona hacia la otra:
porque pensamos molestar menos al otro y deseamos ayudarle en todo cuanto podamos…
es decir, aprendemos a darnos más a los demás y a pedir menos de ellos, aunque
muchas veces dependemos en mucho de las atenciones de ellos hacia nosotros y
sentimos una especie de pena, porque entendemos los demandantes horarios de hoy
en día, y, aunque ni entendamos a qué se dedican ellos cuando no están con
nosotros.
Desde luego, como el presente no es un compendio
sesudo, sino una especie de traslado de conocimientos y razonamientos respecto
de un tema poco tratado, la idea es hacerlo sucinto, para que desde ya
abandonemos la idea trágica que conlleva la muerte., Que la veamos como algo
que, aunque no sea motivo de alegría, sea vista de una manera más natural al
ubicarla como situamos el crecimiento de las personas y su reproducción, puesto
que pensar que las personas vivan para siempre es algo completamente impensable
por el deterioro físico de ellas, y porque nadie hemos dimensionado el
sentimiento de ellas al sentirse completamente inútiles y sientiéndose un
estorbo para los demás…
Cuando se piensa en ese final a que todos llegaremos de
esta manera, surgen dos formas de manejarlo a saber:
La primera, meramente material que dicta que una vez
se muera la persona todo finalizará completamente.
La segunda, quienes creemos (yo soy una de estas
personas) que hay algo más allá de la muerte y que habremos de encontrarnos con
aquello que nos es desconocido completamente pero, que por fe aseguramos su
existencia, lo vemos como una oportunidad de empezar de nuevo en todo.
De la primera consideración, no hay nada más que
agregar, por cuanto el final es completo y no cabe absolutamente consideración
alguna adicional. En cuanto al segundo, yo lo veo como una oportunidad –dije-
que me permitirá encontrarme de frente no solo con algo completamente nuevo y
desconocido hasta ese momento, sino con la enorme oportunidad de seguir
aprendiendo muchísimo más de todo cuanto sepa al momento de morir y que haya
atesorado durante toda mi vida, con el incentivo adicional que estaré en una
escalón existencial superior a todo cuanto conozco y ello solo ya es un enorme progreso…
es casi, como un nuevo nacimiento a una nueva vida que no terminará como la
anterior, que estaré en un estadio (no estado) de vida completamente nuevo y,
por no terminar nunca, podré seguir aprendiendo por siempre.
Sí, lo anterior me motiva a esperar ansiosamente
expectante la muerte, porque mi ansia de conocer aquello que nos es desconocido
a todos es mucho más fuerte que el aferrarme a esta vida que, aunque no reniego
de ella, realmente reconozco que no me ha sido nada fácil.
Jolie Totó Ryzanek Voldan.