jueves, 2 de julio de 2015

A propósito de reformas constitucionales (20150702)

El enorme problema de Guatemala radica en su atraso a todo nivel y en todo ámbito, porque quienes creen que "conservando lo que tienen o tornando a valores antiguos" se logrará que la situación mejore o cuando menos no empeore, es completamente irracional, porque la sociedad toda siempre será evolutiva, precisamente, porque el territorio no crece, mientras que la población sí; que cada año haya necesidad de crear nuevas fuentes de trabajo para generar más riqueza, mientras que los funcionarios de turno roban más y el Estado todo está cooptado por el narcotráfico.
¿Cómo enfrentar semejante panorama?, de entrada, logrando que el sistemas legal funciona y que haya personas probas que lo apliquen a todos por igual. Para lograr lo anterior, se hace imperativa una reforma constitucional completa que incluya entre otras cosas la laicidad del Estado, que no quedaron plasmadas en parte alguna de la actual, y por el contrario, en su preámbulo se "invoca el nombre de Dios". La prohibición total del menoscabo, disminución o conculcación de los derechos que ella misma garantiza para todos.
En tal sentido, me es completamente claro que si todos los ciudadanos somos iguales ante la ley, ¿Por qué un funcionario deba no serlo? o ¿Qué tiene que ver el Estado con el sexo de dos ciudadanos(as) que desean contraer matrimonio y compartir sus vidas para poder garantizar la seguridad de su pareja o sobreviviente? o ¿Como es posible que una ley de menor jerarquía que la propia Constitución pueda "condicionar" los derechos que se establecen en una ley de mayor preeminancia?
Es asunto es en suma, que poseemos un ordenamiento jurídico que es urgente reformar, para que haya certeza jurídica y penalizaciones severas para quien lo transgreda o retuerza a conveniencia. Mientras esto no suceda, seguiremos de mal en peor, como el gobierno actual.
Jolie Totó Ryzanek Voldan.

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