martes, 28 de julio de 2015

Acerca de la muerte (20150728)

Inicialmente suplico le den la mayor difusión posible a este escrito, puesto que pretendo abrir mi corazón para que entiendan un poco mis reflexiones respecto del futuro a que tod@s llegaremos algún día.

Pues bien, para nadie es un secreto que lo único seguro en esta vida es que moriremos y que desde que nacemos empezamos a morir, si es que todo discurre sin otro tipo de factores como accidentes, homicidios, etc.

En ese orden de ideas, aclaro, abordo una temática que tod@s debiéramos tener en cuenta, porque cuando ella sobreviene, simplemente no hay vuelta atrás y es inevitable su llegada.

Adicionalmente, tenemos la idea que la muerte es una tragedia en sí, cuando muchas veces es una solución, porque hemos dejado de hacer aquello que solíamos hacer con todo vigor por los propios efectos de la vejez; pero paralelamente, hemos aprendido a amar de manera mucho más amplia que la mera manifestación carnal o de sujeción de una persona hacia la otra: porque pensamos molestar menos al otro y deseamos ayudarle en todo cuanto podamos… es decir, aprendemos a darnos más a los demás y a pedir menos de ellos, aunque muchas veces dependemos en mucho de las atenciones de ellos hacia nosotros y sentimos una especie de pena, porque entendemos los demandantes horarios de hoy en día, y, aunque ni entendamos a qué se dedican ellos cuando no están con nosotros.

Desde luego, como el presente no es un compendio sesudo, sino una especie de traslado de conocimientos y razonamientos respecto de un tema poco tratado, la idea es hacerlo sucinto, para que desde ya abandonemos la idea trágica que conlleva la muerte., Que la veamos como algo que, aunque no sea motivo de alegría, sea vista de una manera más natural al ubicarla como situamos el crecimiento de las personas y su reproducción, puesto que pensar que las personas vivan para siempre es algo completamente impensable por el deterioro físico de ellas, y porque nadie hemos dimensionado el sentimiento de ellas al sentirse completamente inútiles y sientiéndose un estorbo para los demás…

Cuando se piensa en ese final a que todos llegaremos de esta manera, surgen dos formas de manejarlo a saber:
La primera, meramente material que dicta que una vez se muera la persona todo finalizará completamente.
La segunda, quienes creemos (yo soy una de estas personas) que hay algo más allá de la muerte y que habremos de encontrarnos con aquello que nos es desconocido completamente pero, que por fe aseguramos su existencia, lo vemos como una oportunidad de empezar de nuevo en todo.

De la primera consideración, no hay nada más que agregar, por cuanto el final es completo y no cabe absolutamente consideración alguna adicional. En cuanto al segundo, yo lo veo como una oportunidad –dije- que me permitirá encontrarme de frente no solo con algo completamente nuevo y desconocido hasta ese momento, sino con la enorme oportunidad de seguir aprendiendo muchísimo más de todo cuanto sepa al momento de morir y que haya atesorado durante toda mi vida, con el incentivo adicional que estaré en una escalón existencial superior a todo cuanto conozco y ello solo ya es un enorme progreso… es casi, como un nuevo nacimiento a una nueva vida que no terminará como la anterior, que estaré en un estadio (no estado) de vida completamente nuevo y, por no terminar nunca, podré seguir aprendiendo por siempre.

Sí, lo anterior me motiva a esperar ansiosamente expectante la muerte, porque mi ansia de conocer aquello que nos es desconocido a todos es mucho más fuerte que el aferrarme a esta vida que, aunque no reniego de ella, realmente reconozco que no me ha sido nada fácil.


Jolie Totó Ryzanek Voldan.

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