Las letras me han cambiado la vida, porque casi al final de ella -la vida-, me queda el sabor delicioso y muy satisfactorio de haber leído mucho... y también, muy poco de cuanto quisiera.
Igual cosa me ha pasado cuando escribo con letras, he escrito mucho si lo comparo con quien nunca lo ha hecho, y poco, cuando siento que moriré antes de poder escribir cuanto quiero.
Cuando escucho o charlo con “alguien de letras”, siempre quedo fascinada por los puntos de vista escuchados, pero, igualmente, inquieta por todo aquello que bulle en mi mente y a veces no me deja ni dormir.
Ciertamente, las letras son todo un mundo, porque transmiten pensamientos y sentimientos, muchas veces encontrados y hasta contradictorios entre sus autores o con mi personal punto de vista anterior...
Es tal mi gusto por las letras, que citando uno de mis versos ya antañones, “que mi mortaja sea de letras”, realmente es lo que deseo más que todo, pero, sé que no podrá ser.
Así, que entre gozos, fracasos, sentimientos e ilustraciones, ha discurrido casi la ya totalidad de mi vida, mas la letras quedarán para otros que las gozarán, sentirán y se ilustren.
Es por eso que dejo estas más para que alguien las lea y las viva como yo las he vivido, sabiendo que no le dejarán nada para vivir, pero si mucho para ilustrar su sentir y su pensar.
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
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