jueves, 1 de noviembre de 2018

De brujas y más... (20181101)

De brujas y más...                      (20181101)

Ciertamente, toda mujer tiene mucho de bruja en su interior, en su naturaleza femenina, en su manera de mirar, en su manera de andar y en la aplicación de la sabiduría que a fuerza de muchos golpes recibidos posee... es en suma, la especie de ser viviente que va por doquier tratando de ayudar, de consolar y hasta sufir con quien lo necesita, y es que en suma, es la mujer quien por su naturaleza amorosa y de entrega, siempre esparce amor, pero, también las hay malas, casi como la presenta "Disney" en el filme de la Bella Durmiente o más recientemente en Maléfica, indistintamente de las motivaciones que las lleven a una u otra actitud. Es decir, las hay buenas y malas.

Al anterior respecto, hay que agregar que aunque llevan una enorme carga de índole moral en su planteamiento como persona y "su hacer", tales perspectivas de las brujas no son sino el resultado de las diferentes viscicitudes que les toca vivir (porque cosidero que nadie nace siendo malo, sino que se le hace malo), por lo que esta situación me lleva a pensar en los efectos del sistema patriarcal en que nos hemos desenvuelto durante siglos, sistema que, aunque no esté escrito en parte alguna exprofesamente, se da por sentado que para el ejercicio del poder dominante del hombre sobre la mujer, es por "designio divino" o la Ley del más fuerte". En ambos casos, resulta ser que es precisamente el hombre siempre el favorecido, cuando todos sabemos que las mujeres son capaces de "manejar" tal desventaja, porque conocen las fortalezas y debilidades de sus consortes y las personas que les rodean, con lo que logran que aunque sea el varón quien ejerce desde el punto de vista formal el poder, la autoridad y la fueza, es el hombre precisamente, quien lo hace "a sugerencia de la mujer". Eleanor Roosevelth lo sentenció de manera magistral cuando asentó su famosa frase: "Detrás de cada gran hombre, siempre hay una gran mujer".

Note la enorme carga que conlleva tal aseveración, porque aunque aparentemente exhalta "el apoyo" recibido de la mujer por el hombre para ser "uno de los grandes", resulta que se colige (también) que el hombre per se y sin la "sugerencia" de la mujer, hubiese sido incapaz de "ser uno de los grandes". Es decir: el hombre alcanza "la grandeza" por sus actos, toda vez que haya quien le brinde el soporte (o sugerencia) para llevar a cabo sus actos de grandeza.

Acá es cuando surge la duda existencial respecto de los "actos grandiosos" hechos los hombres, porque aunque fueron hechos por ellos en ejercicio de su dominio, el mérito del hecho en sí ha de atribuísele a "la bruja" que lo impulsó o le sugirió hacerlo.

De igual manera ocurre cuando se hace algo diferente al bien, pues lo que surge es un "resultado indeseado, perjuicioso o fatal" en algunos casos, mientras que en otros casos simplemente, "no ocurre nada" y todo sigue igual.

Pero deseo centrarme es en la enorme influencia de lo que pudiera llamar "visión de conjunto" que innatamente posee la mujer y el hombre no, aunque este último detente el poder.

Y lo podemos ejemplificar con los resultados de las dictaduras de hombres (que yo sepa, no ha existido una sola dictadora en la historia del mundo) para con sus pueblos, pues todos han sido personajes verdaderamente nefastos para la historia de sus respectivos países y lo único que poseen en común es que no han poseído "una bruja" que les oriente por derroteros distintos al oprobio que infligen a sus pueblos.

Colijo entonces, que aunque vivimos en un sistema patriarcal, el meollo de nuestros problemas radica en la ausencia de influencia de una buena "bruja" en cada uno de los hombres que detentan el poder, precisamente, porque dirigen sus esfuerzos a la dominación de los demás mediante la fuerza y desmedran el poder sanador que toda buena "bruja" posee de manera natural.

Este mundo no estaría en la debacle que se encuentra si fuera gobernado por "brujas", pues son ellas precisamente quienes, aunque no tengan títulos, poseen la "visión de conjunto" de que carecen los hombres, porque el hombre es pragmático, y por lo tanto insensible al sufrimineto de sus propios congéneres.

Jolie Totò Ryzanek Voldan.

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