martes, 20 de enero de 2015

El ferrocarril (Parte I)

yoli
Hace muchos años, el novedoso invento de la máquina de vapor vino a revolucionar el mundo, coincidentemente, con el advenimiento del fenómeno económico conocido como:
“Era industrial”, precisamente, porque con la maquinización, la industria tuvo una fuente energética que le proveyó la capacidad de producir en serie, los productos que antes eran producidos manualmente, con lo que la llamada “Era manufacturera” tendió a
desaparecer, por la baja ostensible del coste de los productos producidos en serie y, en algunos casos, con una calidad y acabado superiores a los hechos artesanalmente hasta el entonces.
El invento fue, sin lugar a dudas, algo que revolucionó el mundo en aquella época romántica cuando los artesanos calificados eran personas hábiles en el oficio, que aprendieron y llegaron en muchos casos, a perfeccionar en grado sumo y, poco a poco, fueron siendo desplazados por la necesidad de la naciente industria de lo que se conoce como “obreros calificados”; situación última que derivó en la necesidad de reorientar a las personas, para que pudieran poseer los conocimientos necesarios para poder optar a una posición de trabajo en el engranaje industrial que, cada día demandaba sus servicios con mayor vehemencia, puesto que paralelamente al crecimiento de la producción, los capitales crecieron de igual manera, surgiendo así, una nueva clase social que no se distinguía por la “nobleza” de sus ancestros, sino por el poder que le otorgaba la posesión del grandes sumas de capital, que lejos de mermar en su cantidad y teniendo en cuenta otros factores coyunturales como el surgimiento del motor de combustión interna y la generación de electricidad por medio de grandes proyectos hidroeléctricos, amén del impacto que a nivel industrial tuvieron las dos guerras mundiales, que los capitales se multiplicaran exponencialmente y a ritmos comparables con el crecimiento demográfico mundial.
Pues bien, en este marco es que ocurre que los grandes propietarios del capital en Guatemala se adueñan de los medios de producción, como una manera de “hacer crecer sus capitales”, mediante el financiamiento otorgado por el sistema bancario que era propiedad de ellos mismos.
Continuará…

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