sábado, 9 de abril de 2016

Un inicio, quizá un final, Preámbulo (201260409)

Un inicio, quizá un final

Preámbulo

Eran dos almas solitarias en este mundo, que entablaron una conversación casual mientras aspiraban el humo de sus cigarrillos en una calle del Centro Histórico de Guatemala… poco a poco, aquella conversación casual tomó matices de decir cosas serias en tono de broma, casi como quien desea compartirse con su interlocutor en un sano intercambio de experiencias y conocimientos y sin que mediara ningún tipo de interés sexual del uno por la otra y viceversa…

Hasta aquel momento solamente sabían que uno provenía de una cultura europea, diferente en muchos aspectos de la cultura guatemalteca, pero con el común conector de hablar el mismo idioma.

Poco a poco, y en un tono cordial, la conversación fomentó el deseo de adentrarse más el uno en la otra y viceversa, puesto que aunque ninguno lo reconoció abiertamente, era obvio que ambas personas habían encontrado el interlocutor perfecto para sus puntos de vista y sus locuras, pero que dentro de esas locuras el sexo entre ambos quedaba completamente excluido, puesto que él se definía como un heterosexual empedernido y ella como una transgénero femenina bisexual, con el agravante que no le atraían sexualmente las personas peludas, tal cual era el caso de su interlocutor. Pero ahí estaban embebidos “platicando de todo y de nada”.

Al consumirse los respectivos cigarrillos encendieron uno más, con la condición de fomentar aquella naciente amistad, e intercambiaron correos electrónicos y teléfonos para lograr tal efecto en un futuro aún no determinado, pero atrayente en grado sumo para ambos seres.

Con el devenir del tiempo, las comunicaciones entre ellos se fomentaron y pasaron a las visitas en sus respectivas viviendas y el compartimiento de conocimientos culinarios con sus respectivas demostraciones, lo que a la postre hizo que la afinidad de intereses se fomentara, pero la parte conversativa y el intercambio de puntos de vista y criterios de las cosas y acontecimientos de la vida, se acrecentó en grado sumo, al colmo que cierta noche la conversación inició a eso de las 20:00 horas de un día y se prolongó sin que ambos lo sintieran hasta las 03:00 horas del naciente día, cuando se despidió el visitante, para ir a dormir a su casa, distante de aquel punto, como 30 kilómetros.

En un punto de esta historia, sus caminos se volvieron a juntar y terminaron compartiendo una vivienda, uno como Room-mate (inquilino que comparte los servicios de toda la casa, menos el dormitorio), y la otra como propietaria del inmueble.

Fue así como el compartimiento de experiencias creció exponencialmente entre ellos, al compartirlas en la mesa durante cualquier tiempo de comida y, finalmente, terminaron compartiendo coloquialmente, todo tipo de experiencias vividas y comenzaron a compartir experiencias comunes fuera de casa, en el claro entendido que si a alguna de las partes le surgiera alguna propuesta más atractiva, cada cual tomaría su camino y se reencontrarían en la casa al final de tal jornada, puesto que cada cual duerme en su propia habitación y respeta la intimidad de su contraparte.


Este Inicio, quizá un final pretende recoger muchas de esas experiencias vividas juntos o separadamente, de estas dos almas solitarias que comparten una vida en un mundo no acostumbrado a visualizar a dos personas que se aprecian y respetan, pero comparten todo, menos la cama y la atracción sexual mutua.

Jolie Totò Ryzanek Voldan.

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