Ayer (20180822)
Encontré en mi andar de lucha un caballo que hizo menos pesado mi trayecto.
Ahora, he de cuidar de él y de mí hasta completar el trayecto o, que ambos muramos en el intento.
Confío en las intenciones que mueven las patas de ese noble corcel para llegar a mi destino, luego, creo que podré morir en paz.
He aprendido que este mundo semeja una playa, donde cada cual deja sus huellas para colocar su grano de arena... quizá por eso esta vida es una enorme playa, porque recoge las huellas de todos aquellos que han llevado su parte de arena para construirla.
El tiempo es como el agua que la baña: moviendo y acomodando la arena, para que nuevos seres estampen sus huellas en ella, así como lo han hecho muchos, el caballo y yo.
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
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