martes, 14 de agosto de 2018

El punto (201808214)


El punto                     (20180814)

Siendo que soy una enamorada de nuestro idioma y que el español es el lenguaje  poseedor de la mayor cantidad de vocablos entre los lenguajes del mundo, me he puesto a pensar entre todos ellos, cuál expresión o palabra de es la que posee mayores usos y aplicaciones en todas las ramas del conocimiento humano, y creo que es, contradictoriamente, el punto:

Por definición es, la mínima expresión gráfica posible, pues su riqueza de aplicaciones abarca muchísimas disciplinas del saber humano, así en la Geometría se define teóricamente que “la distancia más corta entre dos puntos será siempre una línea recta”, con lo cual caemos en cuenta que será el inicio y final de la misma (línea) en el plano.

En Matemática pura posee infinidad de usos como cuando se define teóricamente el máximo o mínimo de una función, recibiendo el nombre de “Maximo Maximorum”: cuando es a la inversa se le denomina “Minimo Minimorum”, y en sus aplicaciones en la graficación de funciones surgen los conceptos de “punto de inflexión”, “punto de deflexión”, “punto máximo”, “punto mínimo”, etc., pero cuando lo graficamos en el eje cartesiano de dos o tres ejes, y solamente posee un valor para uno de los ejes, resulta que ello lo define.

Lingüísticamente, todos conocemos el concepto de su uso, en cuanto a que marca el final de una oración, de un párrafo escrito o de un concepto o razonamiento, siendo que para cualquiera de estos casos existe una reglamentación interna (por decirlo de alguna manera) y una formal dictada por la RAE y aprendida desde la educación primaria (cuando tal educación es recibida e impartida con el criterio claro de formar conceptos y estructuras mentales que nos faciliten la comunicación de ideas, sentires y conceptos), tal como la que recibí de mis maestros muchos años atrás, cuando era niña e iniciaba mi educación formal  en las aulas.

En el plano más coloquial del conocimiento y su transmisión, lo encontramos como sinónimo y homónimo de muchas expresiones, siendo acá donde surgen infinidad de usos de él, tales como: punto de inicio (generalmente, para indicar el lugar desde donde se partirá), punto de partida (expresión sinónima de la anterior), punto de llegada (expresión que por antonomasia señalará el lugar de arribo), punto final (siendo su significado en este caso, sinónima a la proporcionada por la RAE, aunque no necesariamente estemos hablando de cuestiones lingüísticas. Ejemplo, poniendo punto final a la discusión).

Especial atención merece el uso de la palabra “punto” en tono imperativo y su escritura, por cuanto expresará algún sentimiento de la persona que la espeta, tal el caso de quien o quienes la escuchen vivamente, y no así el lector, por lo cual tenemos la opción de contextualizarla, para saber si es o no una simple afirmación categórica, que denota enojo o, leer los signos (de admiración o interrogación) que la contengan.
Ejemplos con una misma manera expresión que debe ser leída con diferente entonación y de ser posible con lenguaje gesticular, cuando sea ante un público, para que de tal manera quede completamente claro el mensaje que se desea transmitir a nuestro(s) interlocutor(es):

“Todo lo que sube, baja y punto”. (Es una afirmación categórica)

“TODO LO QUE SUBE, BAJA Y PUNTO”. (En este caso se entiende que por estar escrita con mayúsculas posee especial relevancia y deberemos leerla haciendo una pequeña pausa previa y elevando el tono de nuestra voz, para dar a la aseveración el tono adecuado en que el autor la contextualizó)

“¡Todo lo que sube, baja y punto!” (En este caso se entiende que quien la dice está enojado o colérico(a))

“¿Todo lo que sube, baja y punto?” (En este caso se entiende que se está poniendo en tela de duda la esencia misma de la afirmación, puesto que todos sabemos que la afirmación es válida solamente cuando existe una gravitación que afecte el “todo” de que se habla)

De los anteriores razonamientos caemos en cuenta que la palabra “punto” puede ser sinónimo de otras muchas palabras y expresiones (indistintamente del género de ellas), tales como:

El meollo del asunto es, (El punto es)
La problemática a tratar es, (El punto a tratar es)
El asunto a enfocar consiste en, (El punto a enfocar es)
Etc.

Concluyo pues, que la palabra “punto” es si no la que más, una de las que más usos y aplicaciones posee en nuestro rico idioma español.

Jolie Totò Ryzanek Voldan.

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