miércoles, 16 de diciembre de 2020

D.E.P. Verónica Lemus (20201216)

 D.E.P. Verónica Lemus             (20201216)

Jolie Totò Ryzanek Voldan

 

A inicios del siglo XXI, éramos dos almas sedientas de ternura y cariño que habíamos perdido cada una al ser aquel en quien creímos, y sufríamos de aquel raro vacío generado por la costumbre de vivir con quien pensamos nos acompañaría hasta la hora de nuestra muerte.

Nos conocimos “muy a lo moderno”, mediante un sitio de personas solteras que deseaban conocer a otras, y proporcionaban el número de teléfono de las partes. Realmente creo que fuimos las dos únicas personas maduras que usaron tal servicio, yo en los cuarenta y tantos y tú en los treinta y tantos, ambos sin riquezas y con apenas lo necesario para seguir viviendo y ver crecer a los hijos de nuestra primera relación, que ya tenían sus propios hogares… ¡éramos un par de abuelos jóvenes solitarios! en busca de compañía para los muchos años que, en teoría, nos faltaban por vivir…

Iniciamos una serie de largas charlas que nos llevaron a entender nuestra realidad de “necesitados de cariño y ternura”: ¡Éramos dos personas pobres en un mundo cada vez más consumista y con demandas crecientes cada día!, pero con un inmenso corazón dispuesto a darse completo a los demás, pero falto de amor para sí.

Tú me llevaste a involucrarme a aquel grupo llamado “Corazones en acción”, cuyo objetivo era brindar acompañamiento a personas más necesitadas de apoyo y amor que nosotras mismas. Por ese medio conocí a “Rode”, un gay seropositivo a quien tú brindabas apoyo y con quien surgió otra amistad del tipo comunicativo, hasta que muchos años después nos encontramos en un sitio gay, ya como miembros de la comunidad diversa de Guatemala y quien antier por la noche me contó que “ya no estabas más entre nosotros desde el mes de junio”, y lloré mucho por ti y por tan hermosos recuerdos que atesoro en mi corazón por tu nobleza y comprensión, por tu apoyo y entrega incondicionales, y por qué no decirlo: por tu amor hacia mí como mujer.

Hoy, ya tarde escribo estas líneas pensando en todas estas vivencias plenas de amor que compartimos y viene a mi mente la razón de mi distanciamiento de ti, pues realmente, me dolía sentir y saber tu entrega total conmigo y yo no poder corresponder… así que por puro amor del bueno, opté por alejarme de ti para no estorbar tu vida, pero siempre tragando aquel amor maduro que por ti siempre sentí.

Pienso que las limitaciones impuestas por la pandemia que vivimos este año hayan sido las culpables de que no supiera antes la noticia de tu deceso y por ello no haber podido hacerme presente en tus exequias, si es que hubo alguna.

Hoy, no me quedan más que los recuerdos dulces de tu existencia y de aquel amor que un día compartimos y hoy llevo sola dentro de mí.

Descansa en paz mi muy querida Verónica Lemus, a tus hijas, a “Rode” y mí nos sigue doliendo tu partida, estoy segura que donde quiera que estés seguirás brindando tu amor a todos, mismo que esperamos compartir cuando nos encontremos nuevamente en ese nuevo estadio de vida que hoy solo tú conoces.

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