lunes, 26 de septiembre de 2016

El pueblo estrella (20160926)

El pueblo estrella    (20160926)


En aquel pueblo perdido en el mundo de grandes ciudades había lo suficiente para todos, incluso, los índices de delincuencia eran bajos y se veían como el resultado de las acciones de aquellos que se habían negado a ahorrar o estudiar, y recurrían al robo para comer...

Ciertamente, las personas no tenían todo, pero podían vivir con holgura y la mediana comodidad que les brindaba una vida más o menos digna y acorde al estatus de cada cual.

Aquel era un pueblo que brindaba educación a su población gratuitamente y de una calidad si no superior, acorde a los buenos modales, mismos que eran aceptados y fomentados por todos sus habitantes, con lo cual el respeto por todos los demás era la norma y la búsqueda del bien común era el ideal de todos, puesto que sabían que en la medida que se superaran ellos mismos, en similar proporción se superaría aquella pequeña sociedad perdida en un mundo en que cada cual vivía de su propia riqueza y acorde a la cantidad de bienes que producía para sí misma y para vender sus excedentes a otras naciones.

En aquel pueblo, se produjo una generación de hijos probos que dispusieron cambiar la injusta distribución de la riqueza acumulada por los grandes capitales y que provocaba que no toda la población tuviera acceso a una vida digna, por la mera exclusión provocada por la llamada Revolución Industrial y el cambio económico que significó que la industria naciera como tal y dejase de ser un oficio meramente artesanal.

La población en su conjunto tomó conciencia de los beneficios de aquella gesta y se unió "en patrio ardimiento" -como reza una parte de su himno- y se lanzó en su conjunto en pos del cambio, mediante la toma del poder formal instaurado, y que obedecía a las órdenes de los dueños del gran capital de aquella pequeña nación.

La cultura y las artes florecieron y los servicios básicos funcionaron mejor, a tal punto que generaron una competencia entre toda la población por ser el mejor en cada una de sus actividades diarias, porque estaban conscientes que todo era para beneficio de todos.

Diez años después de aquel triunfo "revolucionario" y del arribo del pueblo al poder para beneficio de las grandes mayorías, los dueños de los grandes capitales no se conformaron y confabularon para retornar a las viejas estructuras e instaurar controles  para que aquello que consideraron "comunismo", no se volviera a repetir.

Cuando lograron su cometido ante la generación de hijos probos de la patria, quienes ya viejos tuvieron que salir al exilio o fueron muertos por los títeres de aquellos capitalistas recalcitrantes que no veían el progreso social, sino solamente sus intereses económicos y la oportunidad de adueñarse de todo ante la mirada pusilánime de nosotros, los hijos de la generación proba de hijos de la patria que fuimos incapaces de arrostrar el desmantelamiento de los logros de nuestros padres, merced del miedo al exilio y la muerte...

La luz propia con que brilló aquel pueblo estrella se apagó y continuará así, mientras la corrupción instaurada a todo nivel siga reinando y cada cual siga en su lucha personal por ser y poseer más que los demás, aunque deba usar de escalera a todos y ser más que ellos, en cuanto a la posesión de más bienes de capital, que vistos con la mirada miope de ellos, solamente consigue que ellos estén bien, sin que existan los demás.

A modo de ejemplo, hoy vemos que la lucha es por poseer un mejor auto y del modelo del año... ya no les basta poseer un BMW, sino también desean un Mercedes Benz y, para aquellos en quienes el ego personal sobrepasa los límites de lo razonable aspiran y se compran, un Lotus, un Maseratti o un Ferrari.

Asistimos al sepelio de la luz del pueblo estrella, viendo que la búsqueda del bien común inculcada por nuestros padres, es ahora una quimera que fue sustituida por la persecución frenética de un mal entendido bienestar personal.

El pueblo estrella posee hoy en día unos indicadores de violencia de los más altos del mundo y somos testigos de una feroz lucha diaria por conseguir la migaja de riqueza que nos proporciona el desempeño de algún empleo como asalariados.

Aquella luz del pueblo estrella ya no existe más que como el recuerdo vivido en quienes algún día la vivimos... la guardamos como el ideal que forjaron nuestros padres y nos fue arrebatado por quienes hoy realmente gobiernan con sus bienes de capital y la posesión de la riqueza y medios de producción, que nuestros padres quisieron fueran de todos y de beneficio colectivo.

El pueblo estrella es hoy, un inmenso agujero negro que se traga todo cuanto posee y aquello que se le acerca...

Jolie Totò Ryzanek Voldan.

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