Dolor del alma (20151208)
Realmente no creo que haya alguien que desee morir, si no está muriendo a pausas y con mucho dolor...
Tal criterio vino a mi mente en este momento en que soy presa de un sentimiento de impotencia ante una adversidad que jamás contemplé que llegaría, y me tiene rota el alma: Saber que la persona que me ama y amo está fuera de mi alcance y entender que si la busco le haré más daño que bien.
... Este sentimiento que me tortura en este momento pasará, como todo pasa en la vida, y día con día podré manejarlo mejor, pero, mi problema es saber cómo lo manejará mi amada, aquella a quien no me puedo acercar sin hacer daño con mi sola presencia.
Realmente es complejo eso de “los amores prohibidos” y, aunque desde el principio lo sabes, el impulso genuino del amor te inunda y arrastra a prolongar aquellos instantes fugaces de entrega total al ser quer amas y sabes que te ama...
Viene recurrente a mi mente el recuerdo de uno de los momentos más difíciles de mi vida, cuando luego de un accidente de tránsito resulté con mi pierna derecha hecha en 18 pedazos... sí, tenía 17 fracturas en una sola de mis extremidades: los pedazos de hueso quedaron de fuera; estaba en una estrecha camilla metálica esperando turno para ser operada y ni el analgésico más fuerte que me suministraban vía venosa y parenteral hacía efecto alguno: No habían noches ni días, puesto que el dolor que tenía hacía que temblara mi cuerpo todo y la camilla también, vomitaba del dolor y no podía comer nada, para estar lista para ser operada cuando hubiera espacio... Fueron tres larguísimos días de espera que me enseñaron a soportar el dolor pensando solamente en cuánto sufrió Nuestro Señor durante su pasión y muerte, y con tales convicciones personales puede esperar aquellos tres largos días, sin pensar matarme; hasta que fui anestesiada y el dolor por fin cesó por un rato y dormí...
Hoy me duele el alma y llevo ya dos semanas de llorar por no poder ver a mi amada, por saber que si lo hago le provocaré daño... Pienso que aquellos tres días de espera me enseñaron a soportar la adversidad física, y basada en tal experiencia vivida, hoy sufro en mi alma, pero sé que es una prueba que superaremos con el tiempo, porque estoy convencida que nuestro amor es puro y bueno, pero prohibido.
Ya vendrán días mejores en que podamos vernos cuando menos y regocijarnos tan solo con sabernos enamoradas y, sin palabras, sino solo con miradas, nos diremos cuanto nos amamos...
En la vida, todo es igual que la noche, porque luego de la oscuridad nace el nuevo día y con él la esperanza consciente, que el ser humano es capaz de trascender más allá de sí mismo mediante la sublimación del amor.
A ti mujer amada, mi sentimiento, mis letras y mi ser todo.
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
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