sábado, 26 de diciembre de 2015

El reto (20151226)


ORIFICIO



El reto (20151226)



Jolie Totò Ryzanek Voldan



En la víspera de la llegada del nuevo año surge la inquietud de hacer un recuento de logros y fracasos cosechados a lo largo del año que está por concluir, para proponer metas y objetivos para el que está por iniciar, precisamente, porque no se puede iniciar absolutamente nada sin rumbo ni objetivo alguno. Esto nos lleva a plantearnos un horizonte realista, para que al final del ciclo, podamos gozar de las mieles del triunfo al alcanzarlas y quizá sobrepasarlas…



En tal sentido, es bueno, en primer lugar, asentar firmemente los pies sobre la tierra, para no plantarnos objetivos o metas inalcanzables, pero tampoco que estas metas sean soluciones mediocres a los problemas que seguramente enfrentaremos.



Es por ello que en este corto espacio pretendo plantear un inicio mínimo de trabajo para el nuevo Gobierno que asumirá los destinos guatemaltecos el 14 de enero del 2016 a las 14:00 horas, toda vez que para nadie es un secreto que asumirán los destinos de una nación en bancarrota, con pocos ingresos, donde cada cual tributa lo menos posible (valiéndose de cualquier excusa o subterfugio legal), y con un altísimo grado de corrupción en todos los niveles privados y estatales…



El panorama es de suyo, de lo más sombrío, y por ello es necesario tomar tal hacer no como un programa o agenda, sino como el título del presente, como un RETO, así con mayúsculas.



Inicialmente, habrá que honrar los compromisos estatales vencidos o por vencer, además de hacer que el aparato burocrático estatal funcione lo más transparentemente posible y con una alta dosis de buena voluntad de todos sus integrantes, toda vez que para lograr tal objetivo habrá que echar mano de cuanto recurso económico haya disponible (luego del saqueo orquestado por el gobierno saliente) y que nos ha colocado como país en una situación de impago, muy cercana al default económico.



Para lograr tal objetivo (el saneamiento de la situación económica en general), se hace imperioso un RECORTE GENERAL DE GASTOS, ENTRE LO QUE OCUPA UN PRIMERÍSIMO LUGAR UNA DISMINUCIÓN DE SALARIOS de todo el aparato estatal, pero con una visión de justicia, de tal manera que sean los altos salarios los que contribuyan con esta situación y no se haga la burda maniobra de despedir o castigar los ingresos del personal operativo que lo hace funcional y eficiente.



Es en este punto exactamente donde toma especial relevancia el nombramiento de los funcionarios que tendrán a su cargo el sostenimiento de la imagen de trabajo del Gobierno entrante. Es decir, será CONDICIÓN INDISPENSABLE su compromiso con los intereses patrios y no con los partidarios ni personales, además, que quienes resulten nombrados para su ejercicio deberán poseer tal visión y compromiso, so pena de ser despedidos y si el caso lo amerita, juzgados penal y civilmente, sin ningún tipo de prebenda o diferencia con cualquier ciudadano.



Para lograr el anterior planteamiento se hace obvio que sea el nuevo Congreso el que aprueba la desaparición de la figura jurídica del antejuicio, para que todo funcionario pueda ser destituido y perseguido penal y civilmente por los actos que ejecutare durante el período que esté en funciones.



Tal es El reto que tiene el nuevo Gobierno antes del inicio de su gestión gubernamental. Veremos si logra empezar a enderezar la cosa pública o será nuevamente el pueblo el que se lance a las calles a exigir su destitución o renuncia.

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