ORIFICIO
El reto (20151226)
Jolie Totò Ryzanek
Voldan
En la víspera de la
llegada del nuevo año surge la inquietud de hacer un recuento de logros y
fracasos cosechados a lo largo del año que está por concluir, para proponer
metas y objetivos para el que está por iniciar, precisamente, porque no se
puede iniciar absolutamente nada sin rumbo ni objetivo alguno. Esto nos lleva a
plantearnos un horizonte realista, para que al final del ciclo, podamos gozar
de las mieles del triunfo al alcanzarlas y quizá sobrepasarlas…
En tal sentido, es
bueno, en primer lugar, asentar firmemente los pies sobre la tierra, para no
plantarnos objetivos o metas inalcanzables, pero tampoco que estas metas sean
soluciones mediocres a los problemas que seguramente enfrentaremos.
Es por ello que en
este corto espacio pretendo plantear un inicio mínimo de trabajo para el nuevo
Gobierno que asumirá los destinos guatemaltecos el 14 de enero del 2016 a las
14:00 horas, toda vez que para nadie es un secreto que asumirán los destinos de
una nación en bancarrota, con pocos ingresos, donde cada cual tributa lo menos
posible (valiéndose de cualquier excusa o subterfugio legal), y con un altísimo
grado de corrupción en todos los niveles privados y estatales…
El panorama es de
suyo, de lo más sombrío, y por ello es necesario tomar tal hacer no como un
programa o agenda, sino como el título del presente, como un RETO, así con
mayúsculas.
Inicialmente, habrá
que honrar los compromisos estatales vencidos o por vencer, además de hacer que
el aparato burocrático estatal funcione lo más transparentemente posible y con
una alta dosis de buena voluntad de todos sus integrantes, toda vez que para
lograr tal objetivo habrá que echar mano de cuanto recurso económico haya
disponible (luego del saqueo orquestado por el gobierno saliente) y que nos ha
colocado como país en una situación de impago, muy cercana al default
económico.
Para lograr tal
objetivo (el saneamiento de la situación económica en general), se hace
imperioso un RECORTE GENERAL DE GASTOS, ENTRE LO QUE OCUPA UN PRIMERÍSIMO LUGAR
UNA DISMINUCIÓN DE SALARIOS de todo el aparato estatal, pero con una visión de
justicia, de tal manera que sean los altos salarios los que contribuyan con
esta situación y no se haga la burda maniobra de despedir o castigar los
ingresos del personal operativo que lo hace funcional y eficiente.
Es en este punto
exactamente donde toma especial relevancia el nombramiento de los funcionarios
que tendrán a su cargo el sostenimiento de la imagen de trabajo del Gobierno
entrante. Es decir, será CONDICIÓN INDISPENSABLE su compromiso con los
intereses patrios y no con los partidarios ni personales, además, que quienes
resulten nombrados para su ejercicio deberán poseer tal visión y compromiso, so
pena de ser despedidos y si el caso lo amerita, juzgados penal y civilmente,
sin ningún tipo de prebenda o diferencia con cualquier ciudadano.
Para lograr el
anterior planteamiento se hace obvio que sea el nuevo Congreso el que aprueba
la desaparición de la figura jurídica del antejuicio, para que todo funcionario
pueda ser destituido y perseguido penal y civilmente por los actos que
ejecutare durante el período que esté en funciones.
Tal es El reto que tiene el nuevo Gobierno
antes del inicio de su gestión gubernamental. Veremos si logra empezar a
enderezar la cosa pública o será nuevamente el pueblo el que se lance a las
calles a exigir su destitución o renuncia.
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