EDITORIAL
Finalmente,
¿Cómo se irá?
Luego que el Congreso le retirara la inmunidad al actual
presidente, Otto Pérez Molina (OPM), este podrá ser investigado por su
participación en los mismos delitos que se le imputan actualmente a la ex
vicepresidenta Roxana Baldetti, con lo que se sienta un precedente jurídico en
la historia de la época democrática de Guatemala.
Y es que por ser la primera vez que esto ocurre,
deberemos estar muy atentos a la sucesión de los hechos que deriven de este
caso, puesto que el juez a cargo de la causa, le llamará a prestar su primera
declaración, y él (OPM) deberá comparecer OBLIGATORIAMENTE a ella, so pena que
se libere orden de captura contra él para que se presente a declarar… ¿Será que
seguirá empecinado en no presentarse cuando es citado?, realmente no lo
sabemos, pero el detalle de esto es que sigue siendo presidente, porque no ha
renunciado y ha sido claro al decir que no lo hará, con lo que puede darse el
caso que deba ser capturado siendo presidente, lo cual sería otro hecho
histórico.
Otto Pérez Molina ha dicho de forma reiterada que él no
tuvo participación alguna en la estructura conocida como “La Línea” y que nunca
recibió dinero de sus integrantes, mientras que el Ministerio Público (MP) y la
Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) han hecho
públicas ya algunas pruebas científicas en el juzgado que conoce la causa, ante
la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Comisión Pesquisidora nombrada por el
Congreso, y todas estas instancias coinciden en que hay motivos suficientes
para investigar al actual mandatario, por lo que se procederá a hacerlo y se
podrán hacer públicas las pruebas que lo incriminan en los hechos, y él (OPM)
deberá probar que la voz en las grabaciones no es la propia y demostrar la
procedencia de los fondos depositados a sus cuentas y demás detalles que se
conocerán en el juzgado.
Pero surgen las preguntas, ¿En qué momento dimitirá,
merced de su testarudez en el asunto?, si renuncia, ¿En qué momento entregará
la banda y el botón presidencial a su vicepresidente?, ¿Dónde llevarán a cabo
“la ceremonia”?… Realmente esperamos que no sea en la escalinata de un avión
listo para partir y ubicado en uno de los extremos del aeropuerto, sino que
tenga la suficiente entereza para enfrentar virilmente las consecuencias de los
actos que le sean probados por el juzgado, que acepte igualmente, la condena
que le impongan y, sobre todo, que devuelva al erario público los fondos que
defraudó.
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