ORIFICIO
Lo que no han
vislumbrado
Jolie Totò
Ryzanek Voldan
Hoy quise
hablar un poco del actual proceso electoral, pero no de su forma o logística y
demás detalles, sino desde el punto de vista de su significado y las consecuencias
que podemos esperar al estar inmersos en una grave crisis institucional que
solamente podrá ser revertida mediante una Asamblea Nacional Constituyente que,
aunque el pueblo la pide, solamente puede ser convocada por el Congreso de la
república, con lo que al estar constituida, ese congreso que la convocó y le
dio posesión, debe disolverse.
Y es que es
una situación que debemos tomar muy en cuenta, porque inicialmente, las nuevas
autoridades recibirán un país casi al borde de la quiebra, con una enorme deuda
que pagar, con una clase empresarial que no tributa como corresponde, y una
población completamente apática con el nuevo gobierno que asuma funciones.
Sinceramente,
el futuro de quienes asuman el poder no es del todo bueno, antes bien, yo
opinaría que asumirán funciones en medio de un clima totalmente adverso a su
presencia y, deberán ser muy astutos y carismáticos, para que el barco que
recién han recibido no se hunda en medio del mar turbulento que les rodeará
seguramente.
Aparte,
pero complementando el panorama, habrá un Organismo Ejecutivo completamente
impopular (aunque esperamos no tanto como el actual), que deberá ser igualmente
astuto y carismático (aunque no le vemos carisma suficiente a ninguno de los
aspirantes), para lograr captar los recursos necesarios para tan encomiable
empeño que deberá financiar mediante la recaudación tributaria, además de las
amortizaciones de una deuda pública como nunca la habíamos tenido.
Realmente,
no quisiera ser candidata en este momento, porque es obvio que el futuro no
solo está oscuro, sino es completamente incierto en mucho, la tarea a enfrentar
es mayúscula y, por si ello no fuera suficiente, quienes debieran apoyar la
gestión (el pueblo), está completamente reticente a hacerlo.
Es entonces
lógico pensar que la única manera de sobrellevar la cosa pública futura, será
haciendo lo que el pueblo pide hoy: Una refundación del Estado y ello tiene un
precio muy alto a pagar para quienes resultaren electos. En cuanto al
Ejecutivo, porque solamente será el proveedor de fondos para lograrlo, con lo
cual su plan de trabajo (si es que llegaron con alguno) se reducirá a nada y
los proyectos que tenían al llegar, deberán pasar a segundo plano, mientras se
reestructura el Estado.
En cuanto
al Organismo Legislativo, como ya se dijo, todo cuanto habían pensado se reduce
a nada y su único compromiso será hacer la convocatoria para la conformación de
una Asamblea Nacional Constituyente y cuando sea electa, darle posesión y
disolverse.
Realmente
es duro pensar que nuestra clase política pueda llegar a hacer algo como lo
planteado y luego dejará todo aquello por lo que hoy están peleando con uñas y
dientes.
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