miércoles, 2 de septiembre de 2015

Lo que no han vislumbrado (20150902)

ORIFICIO

Lo que no han vislumbrado

Jolie Totò Ryzanek Voldan

Hoy quise hablar un poco del actual proceso electoral, pero no de su forma o logística y demás detalles, sino desde el punto de vista de su significado y las consecuencias que podemos esperar al estar inmersos en una grave crisis institucional que solamente podrá ser revertida mediante una Asamblea Nacional Constituyente que, aunque el pueblo la pide, solamente puede ser convocada por el Congreso de la república, con lo que al estar constituida, ese congreso que la convocó y le dio posesión, debe disolverse.

Y es que es una situación que debemos tomar muy en cuenta, porque inicialmente, las nuevas autoridades recibirán un país casi al borde de la quiebra, con una enorme deuda que pagar, con una clase empresarial que no tributa como corresponde, y una población completamente apática con el nuevo gobierno que asuma funciones.

Sinceramente, el futuro de quienes asuman el poder no es del todo bueno, antes bien, yo opinaría que asumirán funciones en medio de un clima totalmente adverso a su presencia y, deberán ser muy astutos y carismáticos, para que el barco que recién han recibido no se hunda en medio del mar turbulento que les rodeará seguramente.

Aparte, pero complementando el panorama, habrá un Organismo Ejecutivo completamente impopular (aunque esperamos no tanto como el actual), que deberá ser igualmente astuto y carismático (aunque no le vemos carisma suficiente a ninguno de los aspirantes), para lograr captar los recursos necesarios para tan encomiable empeño que deberá financiar mediante la recaudación tributaria, además de las amortizaciones de una deuda pública como nunca la habíamos tenido.

Realmente, no quisiera ser candidata en este momento, porque es obvio que el futuro no solo está oscuro, sino es completamente incierto en mucho, la tarea a enfrentar es mayúscula y, por si ello no fuera suficiente, quienes debieran apoyar la gestión (el pueblo), está completamente reticente a hacerlo.

Es entonces lógico pensar que la única manera de sobrellevar la cosa pública futura, será haciendo lo que el pueblo pide hoy: Una refundación del Estado y ello tiene un precio muy alto a pagar para quienes resultaren electos. En cuanto al Ejecutivo, porque solamente será el proveedor de fondos para lograrlo, con lo cual su plan de trabajo (si es que llegaron con alguno) se reducirá a nada y los proyectos que tenían al llegar, deberán pasar a segundo plano, mientras se reestructura el Estado.

En cuanto al Organismo Legislativo, como ya se dijo, todo cuanto habían pensado se reduce a nada y su único compromiso será hacer la convocatoria para la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente y cuando sea electa, darle posesión y disolverse.


Realmente es duro pensar que nuestra clase política pueda llegar a hacer algo como lo planteado y luego dejará todo aquello por lo que hoy están peleando con uñas y dientes.

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