lunes, 7 de septiembre de 2015

¡Vaya disyuntiva! (20150907)

ORIFICIO

¡Vaya disyuntiva!

Jolie Totò Ryzanek Voldan

Los procesos electorales llevados a cabo en Guatemala han tenido en común que, en la segunda ronda de votaciones para elegir entre los dos candidatos que obtuvieron la mayoría de votos, indefectiblemente hemos de votar por “el menos malo”.
Y esto tiene como consecuencia que, desde el mismo inicio del mandato de quien resulte electo, asume el poder sin el apoyo de la mayoría poblacional y por ende, sin haber principiado su gestión, ya tiene un alto grado de desaprobación a la gestión no iniciada.
A propósito de historia de elecciones en segunda vuelta, hubo una sola excepción a lo descrito, y acaeció cuando la población tuvo que escoger entre Jorge Carpio Nicolle (Q.D.E.P.) y Jorge Serrano Elías, porque en aquella elección del “menos malo” ganó Jorge Serrano Elías, siendo un perfecto desconocido y postulado por un partido de reciente creación, pero que fue el beneficiario del “voto de castigo” contra Jorge Carpio Nicolle.
Pero retomando el análisis de la coyuntura actual, vemos que hay tres candidatos que se perfilan como ganadores en la primera ronda electoral realizada ayer, y ellos son Sandra Torres, Manuel Baldizón y Jimmy Morales, con lo que en segunda vuelta pudiéramos esperar tener que escoger entre Torres y Baldizón, Torres y Morales o Baldizón y Morales, lo que crea per se una muy difícil decisión, porque contra los tres candidatos hay serios cuestionamientos que hacen muy difícil la escogencia de cualquiera de ellos.
Por el lado de Torres, están los señalamientos de corrupción y malos manejos llevados a cabo por ella cuando manejó los fondos sociales durante el gobierno presidido por su exesposo, y los escándalos que han protagonizado integrantes de su familia, quienes aparentemente no han cesado de hacer uso de la influencia que les otorgaba ser familiares de la entonces “vicepresidenta de facto” de la UNE.
En cuanto a Baldizón, se tienen demasiadas dudas en cuanto a las enormes cantidades de dinero invertidas durante ya dos campañas y que, durante el espacio de tiempo transcurrido entre ambas, no dejó de hacer campaña proselitista y ello cuesta muchísimos millones de quetzales, cuyo origen nunca ha sido aclarado, por lo que siendo oriundo de un departamento caracterizado por el enorme trasiego de drogas y millonario, se le asocie a esta ilícita actividad y que durante la actual campaña acogió en sus filas a la mayoría de funcionarios y diputados transfugados del Partido Patriota, y adoptó desde ese momento una actitud prepotente, al colmo que muchos le apodan “Hitlercito”, porque ha desobedecido todo tipo de leyes y normativas, al sentirse ganador de las elecciones, sin serlo realmente.
Con Jimmy Morales, el asunto cobra otros matices, que no por ello, son de lo más nefasto, puesto que fue puesto en evidencia en un programa televisivo, en cuanto a que mintió respecto a su preparación académica, porque realmente no la posee, y para lo único que realmente está preparado es para seguir siendo el actor y comediante popular que es, además que el partido que lo postula fue fundado y financiado por militares en situación de retiro con un nefasto pasado, tanto así que dos de ellos purgan sendas condenas en las cárceles del país.

¡Vaya disyuntiva para escoger al “menos malo”!

No hay comentarios:

Publicar un comentario