Inicio mi escritura porque ya no aguanto dejarlo para después, porque en este estilo que he inventado me siento mejor y creo que expreso más.
No es que sea una inconforme simplemente “porque sí”, sino porque veo que este mundo anda tan mal que hasta me arden los ojos... porque me he habituado a escuchar frases tan vacías como infamantes por ser lo que soy, y me duelen los oídos. Porque voy por el mundo y veo cómo me ven, para apartar su mirada y ocultar su hipocresía...
Creo firmemente que este mudo marcharía mejor si todos nos viéramos como iguales, porque al final, hemos de vivir en él, y porque a mí no me molesta que tu pareja sea alta o baja, gorda o delgada, blanca, morena, negra o china, hombre o mujer... al final -como dije- se trata de vivir y no de juzgar, y, mientras pueda realizarse cada cual con quien desee, será más fácil vivir, porque seremos más estables emocionalmente y ello evitará el estrés, el tener que esconderse para amar y se evitará “el qué dirán”.
No se trata de promiscuidad ni si tendremos hijos o no, puesto que superpoblación ya tenemos, y ello hace que los patronos contraten a los más jóvenes, mejor dotados en conocimientos y les paguen una miseria que quieren...
La vida se ha convertido en una lucha frenética por tener todo aquello que está de moda y no aquello que nos hace más humanos, incluso yo misma no me salvo, porque conseguí la mejor tecnología que pude pagar, tan solo para poder llegar a más con mis letras, para poder decir al mundo que tengo el alma destrozada porque veo que cada día leen menos, que los hombres se matan en pugnas de poder estériles y todos han olvidado su humanidad, que se han olvidado del amor y cada vez lo confunden más con sexo...
¡De verdad que tengo ganas de llorar!, porque soy tan impotente y siento que “soy la voz que clama en el desierto”, porque ahora que ya he llegado a vieja lo veo claramente en demasiadas personas, porque el deseo de vivir en paz y en armonía se ha perdido en la pugna por los bienes de capital.
Realmente escribo con el alma en la mano, con esa mano que estruja y aprieta el sentimiento, para extraerle su esencia como tratando que desaparezca existencialmente aquello que nos hace humanos, para que no veamos la belleza de una luna o las formas que toman las nubes, para que ya no levantemos la vista de la tablet o del smartphone...
Hoy lloraré con mis letras, porque es lo que hago y siento. Lloraré por la pérdida del alma de todos, por el sentimiento ingrato que me embarga y por todo aquello que amo... porque en esta vida veo que podemos ser hermanos y nos negamos a practicarlo, porque entre todos estamos destruyendo el mundo al tener más hijos y contaminar más nuestras mentes en desmedro del cultivo de los sentimientos que hemos olvidado.
¡Déjame que llore por tí y por todos! porque muchos no se han dado cuenta que poco a poco nos estamos matando en aras de aquello que llamamos “progreso”.
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