¿Buscando
al Señor?
Asistí al culto y lo único que me quedó claro
es que "hay que hacer lo que el pastor ordena"... Así que me cambié
de garage y dijeron otras cosas diferentes respecto de mis mismas preguntas.
Fui a la iglesia y lo encontré en un pedazo de
pan partido, para poder ser compartido; en un crucifijo y en la imagen de Él
resucitado... Así que volví a la casa y me senté a conversar en silencio con Él
y dijo: "Si en realidad quieres verme, no tienes más que verte a tí mismo
y a tu prójimo, me encontrarás preferentemente en la gente pobre: en el
mendigo; en el obrero asalariado y explotado que labora duras jornadas para
lograr tan solo lo necesario para vivir un día o una semana más con su prole;
me verás en las prostitutas que no poseen otra opción más que vender su cuerpo
para vivir; me verás en todas las personas discriminadas que deben soportar el
frío, la lluvia, el calor, los bajos salarios, los insultos y agresiones de
cualquiera para vivir un día más".
Horrorizada por tales revelaciones y al borde
del llanto, me atreví a preguntarle nuevamente ¿Qué puedo hacer Señor? Él,
bondadoso como siempre, me respondió: "Cuando el Padre creó al hombre lo
hizo a su imagen y semejanza, precisamente, porque sabía que todos deberían
siempre escoger entre el bien y el mal; entre amar u odiar a su prójimo; entre
hacer o no hacer lo que estuviera a su alcance para que este mundo fuera más
justo, equilibrado, incluyente y más coherente con su creación. A tí te he creado
para este momento y los siguientes, porque has sufrido tanto y no has perdido
tu fe, porque te hice terca, luchadora, apasionada, y el Espíritu Santo te
otorgó el don de escribir para todos de forma creíble, veraz y sintética, para
que cuantos te lean mediten por un instante en dónde estoy Yo, el Señor, y
tomen su decisión".
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario