ORIFICIO
Mi propuesta (La
Hora, 29-04-2000, Pág. 4)
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
Como resultado del incremento y de
la liberación del transporte urbano, vino a mi mente la gloriosa experiencia
que tuve como piloto temporal del mencionado transporte y la cantidad de
corrupción que campea en sus entrañas (todos, sin excepción son una pléyade de
ladrones y corruptos). Pero lo que realmente lleva a la exasperación es: “Que
te obliguen a ser igual que ellos”.
Recuerdo que en cierta oportunidad,
que visité la ciudad de Panamá, y la conversación que sostuve con un piloto del
servicio urbano de aquel país; en la cual me explicaba el porqué cada cual
pintaba su camioneta urbana como le placiera (tanto así que a veces cuesta
distinguir el número entre tanto garabato y despliegue sin fin de colores), al
cabo mundo ya son hasta parte del folclore del mencionado país. Pero el MEOLLO
DEL ASUNTO ES QUE CADA PILOTO ES DUEÑO DE LA CAMIONETA QUE TRIPULA; lo cual
llamó poderosamente mi atención, ya que “aunque viejas, funcionan de
maravilla”, se mantienen aseadas y los conductores son sumamente responsables
en su conducción, ¡claro si es lo que les da el sustento diario de manera
honrada a ellos y sus familias! A propósito de honradez, observé igualmente que
no extendían boletos, y él me explicaba, que ellos o sus hijos (en caso
de enfermedad del primero) SOLAMENTE PAGABAN EL IMPUESTO DIARIO DE CIRCULACIÓN
Y POR ELLO COBRABAN DE ACUERDO A LA DISTANCIA A RECORRER POR EL USUARIO SIN
EXCEDERSE DE US$2.00 (dos Dólares = dos Balboas) para el caso en que se fuera
de un extremo a otro del recorrido del autobús.
Enriquecido por aquella enorme
lección de ADMINISTRACIÓN EFICIENTE, con alto sentido de servicio cristiano a
mi comunidad la propongo, como la REAL SOLUCIÓN AL PROBLEMA DEL TRANSPORTE
PÚBLICO. Claro, habrá que crear el marco legal para que los grandes
empresarios, vendan los buses que poseen a los pilotos o a quien los desee
comprar, (acá podría el fondo de los bancos para la pequeña y mediana empresa,
funcionar de maravilla).
Es inconcebible que alguien posea
más de un autobús urbano, puesto que esto constituye de alguna manera
“monopolio” y es ello lo que emborracha de poder; DEJEMOS QUE OTROS TAMBIÉN
COMAN Y COMPARTAMOS CON NUESTRO PRÓJIMO LO QUE POSEEMOS (al cabo mundo, serán vendidos
y con el dinero podrán vivir de los intereses sin complicarse mucho la vida),
paralelamente se estarían ¡recapitalizando! Los bancos, lo cual podría bajar la
tasa activa de interés.
Suprimir los boleos por descabellado
que parezca es la solución salomónica; ya que suprime la fuente de la
corrupción, beneficiándose todo así:
- Ahorro en la impresión de la boletería, logrando
un mejor uso del papel utilizado; beneficiándose hasta el ecosistema en
cuanto a basura y reciclamiento de la celulosa.
- Ahorro en la impresión de boletos “falsos” (porque
hay un mercado subyacente) y por ende clandestino.
- Ahorro en los salarios y prestaciones de los
pilotos y oficinistas que manejan los consorcios, así como en mecánicos,
etc.
- Ahorro en el pago de inspectores corruptos, ya que
para “no ser reportado” por cualquier cosa, hay que sobornarlos para poder
trabajar honradamente.
- Cuentas claras, puesto que es imposible “robarse
uno mismo”.
Finalmente he de decir que aún hay
demasiado por hacer, y pocas manos para ello; porque no pensamos como
guatemaltecos y menos como cristianos. Enarbolamos la bandera de nuestros
propios egoísmos y vemos sólo el “derecho de nuestra nariz”. ¡PROBLEMAS YA
TENEMOS, APORTEMOS SOLUCIONES! Si esta propuesta no le parece la mejor ¡aporte
la propia!, no critique errores, soluciónelos.
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