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ORIFICIO.
Grandes
“fortalezas” del IGSS: (“LA HORA” 14-06-2002. Pág. 04)
Jolie Totò
Ryzanek Voldan.
Aquello que se domina por conocimiento de ello, es una
fortaleza. Igualmente lo es la
construcción que se amuralla, para la defensa de la posición. También es en Guatemala un provincialismo que
recibe una línea de transportes colectivos de pasajeros que circulan hacia la
costa sur del país.
Dicho lo anterior, cabe mencionar que el seguro social
en Guatemala, (IGSS), posee un poquito de todas las definiciones de
“fortaleza”, precedentes. Posee
actualmente un departamento de transportes cuyas unidades se les puede ver por
doquier, y sobre todo en la costa sur del país, por cuanto deben trasladar a
los centros asistenciales a los pacientes que han sufrido percances
automovilísticos o delictivos, la mayoría de las veces ¡provocadas por la
imprudencia de los pilotos de unidades del servicio colectivo de pasajeros!
Derivado de los planes denominados: “Enfermedad
Común”; “Accidentes”; “Invalidez, Vejez y Sobrevivencia”, los centros
asistenciales y de ayuda se debaten en una lucha heróica contra-reloj, para
poder multiplicarse en la atención de los miles de pacientes que
requieren sus servicios, ya que están inmersos en una “monstruosa
burocracia”: ridícula, anacrónica, politizada é INSERVIBLE para fines administrativos y
gerenciales, donde los conceptos de
tecnología de vanguardia, Calidad Total
y de Reingeniería, si los han oído, ni los comprenden y menos aún que los
apliquen “por dificultades presupuestarias” , sentenciando así la
suerte de todo su personal y beneficiarios. Baste decir de la mencionada burocracia que
trabajan a 3 velocidades –lento, parado y despacio- el personal
médico (a manera de ejemplo), cuando pasan visita a los pacientes
hospitalizados, deben de “acarrear” un carro de 2 niveles de
formularios para exámenes, ya que ¡hay una forma para cada cual!
, firmarlos y pasarlos para autorización y control, lo cual en términos de
gasto representa una cantidad millonaria en papel y horas / hombre,
amén de lo que a nivel del jefe que autoriza la impresión pueda significar para
su propia billetera –lo cual por lógica no se puede contabilizar-. ¡Ésto es una real fortaleza!
Pero no todo es malo en el IGSS, por cuanto la
mayoría (alguno habrá que no) del personal de enfermería, servicios varios,
cocina, pilotos y mantenimiento trabajan diariamente “a más no poder”, ¡y son los que menos ganan! –salarialmente hablando- pero
continúan su ajetreo de manera realmente noble ante la necesidad de trabajo y
la real vocación que poseen para hacerlo.
¿Cuánto gana el Gerente del I.G.S.S –por “trabajar a
discreción propia”? y ¿cuánto gana un auxiliar de enfermería –a manera de
ejemplo- que debe trajinar diariamente con no menos de 25 pacientes
incapacitados para hacerlo?....
Realmente es increíble la vocación de servicio de dichas personas –enfermeros(as), en general-. Y los
médicos(as) al tener que cumplir con la revisión, curación, diagnóstico y
prescripción de no menos de 40 pacientes diariamente con su respectiva carga de burocracia
impuesta... Igualmente, podríamos hablar
del personal de servicios varios -conserjes de limpieza y mensajeros(as),
generalmente- que deben recorrer o
limpiar higiénicamente y a diario una cantidad tal; que si se midiera,
resultarían muchos kilómetros.... Y sin
embargo ¡lo continúan haciendo de buena gana!
El IGSS, tiene un tesoro de
empleados médicos, paramédicos y de servicio en general, lo que realmente no
funciona –ni a trancazos- es la parte administrativa por ser una fortaleza
inexpugnable, donde la mayoría de las cosas se resuelven en “la segunda
velocidad de trabajo descrita”: -parado-, y la parte recurrente o se “da
por vencida” o “se muere antes” de lograr que las cosas se resuelvan.
Es imperativo pués, tecnificar administrativamente al
seguro social; es urgente que la parte administrativa “funcione de manera
eficiente”, adoptando para ello criterios empresariales -no para privatizarlos
idiotamente, sino para hacerlos eficientes- con Calidad Total, y a nivel
institucional adoptar una política de Reingeniería Administrativa bajo el criterio de búsqueda de eficiencia y
calidad.
El IGSS, “funciona” por la fortaleza del personal
medio y bajo que posee la vocación de servicio y entrega; lo cual es su gran
fortaleza. Pero “no funciona” en sus
cuadros altos, porque “son ellos quienes disponen a su sabor y antojo”. Todo lo cual genera un cuadro generalizado de
“desperdicio de recursos en gastos innecesarios desde el punto de vista
administrativo y gerencial”. Haciéndose
cada vez más “intocable e inalcanzable en sus posiciones de poder”. Ésta es la otra gran fortaleza que debemos
derribar, para que haya realmente solo una de ellas: “la fortaleza en cuanto a:
calidad y prontitud en el servicio y una justicia salarial dentro de la
institución”.
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