Para “ser mejor”
Tómate un tiempo
prudente para conocer tus virtudes y tus flaquezas.
Examina y prioriza
los resultados de tus deliberaciones para conocer realmente qué puedes mejorar
y hasta dónde.
Busca hacer siempre
todo, de manera que hacerlo te provoque una sensación de satisfacción por el
logro alcanzado.
Siempre, siempre,
siempre, brinda toda tu atención a lo que haces, para buscar la perfección y resultados
óptimos, aunque ello no sea indispensable ni te lo estén exigiendo.
PIENSA ANTES DE HABLAR,
todas las personas tienen diferentes maneras de pensar y analizar las cosas y
el sagrado derecho de disentir de tí.
Desarrolla un
completo programa de aprendizaje para conocer todos los vericuetos de tu labor,
e intenta innovar la manera de hacer las cosas, de tal forma que siempre posean
el valor agregado que tú les has impuesto.
Aun cuando seas “un
experto” en lo que haces, recuerda que siempre habrá otro que ideará una mejor
manera de hacer lo que haces y te desplazará de “tu expertez”, si tú no lo
ideas antes que él.
SIEMPRE ESCUCHA
SUGERENCIAS, a veces alguien dice “algo” que tú mismo pudieras aplicar en tu
campo de acción.
Conforme pasen los
años en tus labores piensa que deberás buscar un sustituto y enseñarle todo
cuanto sabes, para que las labores no sean interrumpidas cuando tú ya no estés.
La vida se trata de
dar y dar…, el salario que devengas no es un pago, es un agradecimiento
monetario a tu CONSTANTE SUPERACIÓN y ESFUERZO, para que tengas cómo vivir
mientras te retiras a iniciar aquello que siempre quisiste para ti.
Todos podemos
ser siempre mejores en todo cuanto hacemos, lo único que necesitamos es tomar
la sabia decisión de ser siempre los mejores en todo cuanto hacemos, sin
necesidad de “usar de escalera” a otros, y tener la visión de mejorarlo cada
vez más.
Jolie Totò Ryzanek Voldan.
Teóloga.
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