miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Casa Grande (20050406)


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ORIFICIO


La Casa Grande (04-05-06)

Jolie Totò Ryzanek Voldan.

La espiral “negativista” que nos envuelve parece que nadie sabe cuándo se inició y menos dónde finalizará, ya que ninguno ha sido capaz de profundizar en torno a “su razón de ser”. Por ello todos ven y señalan en el mundo solamente situaciones negativas, olvidándose ¡que no lo son!
Quizá el ejemplo más claro de cuanto trato de exponer se encuentre en la raíz misma de nuestra existencia, en nuestra imperfección, al entendernos como seres imperfectos; ya que la naturaleza nos determina como tales, lo cual es diferente de “negativos”.
Al entendernos imperfectos comprendemos que nuestros actos son igualmente imperfectos, por lo cual deja de tener basamiento lógico la “negatividad” que nos ha caracterizado hasta ahora.
Ciertamente nuestros pensamientos, y por ende nuestro proceder, no será perfectos, más ello no es excusa para que veamos y juzguemos todo, de la manera negativa en que lo hacemos.
Veamos, ¿Cuántos vemos que estamos vivos un día más?, ¿Cuántos vemos que somos parte del grupo privilegiado que sabe leer y escribir?, ¿Cuántos realmente vemos el poder de nuestro raciocinio en función del bien común?, etcétera.
De suyo caemos en cuenta que, la mayoría de las veces, pecamos al juzgar superfluamente las situaciones cotidianas y, que la mayoría de las veces, tendemos a “mediatizarlas” o a buscar de qué “manera nos afecta en nuestro peculio”, antes de pensar en los beneficios que pudiera generar.
Creo fundamentalmente, que este mundo tiene realmente cosas buenas y bellas, que no todo está irremisiblemente perdido y, sobre todo, que cada uno de quienes lo habitamos, estamos llamados a desempeñar el papel decoroso que nos corresponde, para hacer de él un lugar más fraterno, justo y armonioso, mediante nuestro esfuerzo y compromiso para su mejor conservación y reparto de los bienes que posee, de manera solidaria con todos cuantos compartimos en esta “Casa Grande” que habitamos.

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