Sin un
ala (20120926)
El ángel de la mañana voló al despuntar la
aurora
anunciaba el día nuevo llegado a la creación
divina
escuchó el canto de pájaros, el rugido del
agua que se estrella en la costa
y en loco afán de interpretación de aquel
contraste de música y ruido
se acercó para comprenderlo mejor…
Escuchó el alegre silbido del guardabarranco y
el pitido armonioso del canario
el cacaraqueo de gallinas y el graznido de los
patos silvestres que migraban,
conforme se acercaban a la costa vio que
bajaban a comer algo
y quiso probar aquel alimento… ¡Pecado de
ángel! Al pisar la tierra del hombre.
Inmediatamente su desnudo cuerpo fue cubierto,
perdió un ala, mas la otra no
se dio cuenta que ya no volaba sino caminaba
descalzo entre las costeras rocas,
divisó una cruz a lo lejos que le recordó su
divino origen y a su creador
recogió el ala perdida y hacia allá se dirigió
con raudo paso a suplicar clemencia
anegado en lágrimas colocó el ala a los pies
de aquella cruz mientras reconocía su pecado.
El cenit del día le alcanzó en aquel
arrepentimiento de ser ángel curioso,
el llanto ha cesado al acabar sus lágrimas,
mas no el sentimiento de culpa…
el ocaso de la noche le alcanza mientras los
buitres esperan pacientes
el abandono del ala y el desfallecimiento de
aquel ángel caído y ahora vestido…
los patos no se ven, el canto de las aves ha
cesado y el estruendo de las olas sigue,
la luna ilumina el contrastante espectáculo de
un buitre posado sobre la cruz…
Cruz olvidada que rememora un desembarco de
fuerzas romanas en aquel punto
cuando Constantino III ni nacía y el hombre no
conocía otra fuerza diferente a su espada,
la plegaria del ángel es ahogada por el
estruendo rítmico de las olas y el paso del tiempo,
el ángel espera divina misericordia, los
buitres su diario alimento…
Jolie Totò Ryzanek Voldan
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