sábado, 16 de noviembre de 2013

Momento histórico (20091230)

ORIFICIO

Momento histórico
(Consideraciones)

Jolie Totò Ryzanek Voldan


Ante el anuncio del “nuevo” salario mínimo para el año 2010 hecho por el Presidente (como instancia final ante la falta de acuerdo en la comisión paritaria del salario mínimo), me parece obligada la externalización de una opinión al respecto. Por cuanto es claro y manifiesto el “descontento generalizado” en torno a tal decisión, llegándose a externar comentarios (entre la población asalariada) tan irreflexivos como “que lo que hace falta es la instauración de un sistema comunista en Guatemala”*, etc. Y por el lado del sector empresarial, las consabidas “amenazas” de despidos masivos, cierres y/o quiebras de empresas.
Realmente es una confluencia de factores difícil de manejar, ya que a ningún empresario le gusta que “le toquen la cartera”, puesto que el único fin de la creación de una empresa es la obtención de ganancias, y si de éstas le “obligan” a dar una parte a otro que no sea accionista y/o propietario, se “dispara” una reacción que se refleja “automáticamente” en una escalada de precios y pérdida de competitividad en el mercado; lo cual, a su vez, aumenta la ya “enorme” brecha económica entre ricos y pobres (cabe mencionar que Guatemala ocupa ya el nada orgulloso “primer lugar” en América, y es superada tan solo por Haití a nivel mundial), lo cual genera, lógicamente, una descomposición social, donde los únicos perjudicados son: en primer lugar, aquellos que ya de por sí no poseen el mínimo vital para su subsistencia y, con ello son condenados a muerte “automáticamente”. En segundo lugar, la población que sin ser de la clase pudiente depende de la economía informal y/o está incluida en las clases pasivas, ya que ellos NO PERCIBEN NINGÚN AUMENTO MÁS QUE EL DE PRECIOS. Y, en tercer lugar, la propia población asalariada, que lejos de alcanzar una mejoría económica con el susodicho “aumento”, tiene que ingeniárselas para reacomodar sus ya exiguos ingresos (por increíble que parezca, el salario mínimo en Guatemala, no alcanza a cubrir el valor de la canasta básica familiar), y deben conformarse a “descender” en cuanto a su nivel de vida y, con ello, de clase social.
La muy somera descripción planteada es, precisamente, el origen de mi “obligatoriedad” en cuanto a externar mi pensar, ya que año con año, la situación se repite y el ÍNDICE DE NATALIDAD NO DISMINUYE (lo cual económicamente es deseable, ya que “potencialmente” genera más consumidores de bienes y servicios y mano de obra para proveer los satisfactores necesarios).
De la interacción de estos dos factores y, la “incapacidad” del sector empresarial para generar nuevos puestos de trabajo, se deduce, sin necesidad de mayores estudios económicos, que la aludida descomposición social tiene en la interacción de estos tres factores, su origen.
Ahora bien, resulta que las conquistas laborales son “irrenunciables” (por ley) y que no se puede “obligar” al sector empresarial a la creación de más puestos de trabajo (muy por el contrario, siempre los reducen, para justificar la gestión gerencial y garantizar el reparto de más utilidades y/o ganancias).
Por lo tanto, el único camino que queda es CONTENER LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA, con lo cual, a mediano y largo plazo, se pudiera garantizar la tan ansiada estabilidad económica para todos, y los empresarios deberán “emplear su astucia” para: abrir nuevos mercados, ser más competitivos, diversificarse, crear productos y servicios nuevos y mejorar la calidad de sus bienes y servicios; todo lo cual es más congruente con la razón de ser de la gestión gerencial y los fines para los que fueron creadas las empresas.
En cuanto a la función del Estado, podemos apuntar que la primera condición sine-quanon que debe de lograr es declarar y actuar con TOTAL LAICIDAD, para que todo su accionar sea SECULAR y que no haya: contradicciones, “desperdicio” de esfuerzos, lagunas legales, etc., y ese accionar obedezca realmente al bien común de manera autónoma a cualquier ideología o creencia personal de sus funcionarios.
El segundo paso, será la concertación de “una tregua” con el movimiento sindical organizado, para que el propio desarrollo del mercado sea lo que marque las pautas a seguir en cuanto al otorgamiento de nuevos “aumentos” al salario mínimo.
En tercer lugar, teniendo como tarea principal y de fondo la contención de la tremenda explosión demográfica que nos aqueja, deberá plantearse como principal objetivo de Gobierno: la implementación por todos los medios a su alcance de una consciencia nacional en cuanto a la “urgente necesidad colectiva y personal de no procrear más hijos” (acá se deberá legislar con un criterio real de laicidad, educar sexualmente de manera integral, proteger a l@s sexo-servidor@s y tod@ integrante de la diversidad sexual guatemalteca, ya que en ese sentido, cumplen la “función social” de ayudar directamente al control de la natalidad. También podrá implementar “premios” o reconocimientos especiales para instituciones o personas que colaboren en la consecución del ansiado fin social, etc.).

(*)
En cuanto a “la instauración de un sistema comunista en Guatemala”, es más que saludable apuntar, aunque sea de manera somera, que la misma dialéctica del materialismo planteada por Marx y Engels apunta que deben coexistir varias condiciones históricas y dialécticas para que tal sistema pueda instaurarse de manera exitosa, mismas que en Guatemala NO HAN OCURRIDO.
Si se desea conocer el por qué del fracaso del socialismo en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), existe un documento casi “desconocido” (por razones de represión) que recoge los principales razonamientos dialécticos del pensador peruano José Carlos Mariategui, que fuera presentado como ponencia de Gustavo Pérez Hinojosa en el I Seminario Socialista, en 2005, y publicado por la revista Rebelión: Analice que cuando la Revolución Bolchevique de 1917-1918 tomó el poder en Rusia, NO EXISTÍA UNA BURGUESÍA (es decir pasaron directamente de un sistema feudal –con pequeñas diferencias, igual al imperante en Guatemala– a uno socialista)

En cuanto al por qué pervive exitosamente en China Continental el sistema socialista, vea solamente los resultados “económicos” de la política china de un solo hijo y lo comprenderá (pese a cuanto digan y afirmen los norteamericanos y sus lacayos): China es actualmente la principal potencia económica mundial.

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