ORIFICIO
Defendiendo
la institucionalidad
Jolie Totò Ryzanek Voldan
Teniendo en cuenta que Otto Pérez Molina es ya
prácticamente un cadáver político, por los años que tiene y la condena que le
espera o su fuga sin retorno al país, cabe considerar despacio las situaciones
que pudieran darse, puesto que lo que sí real es que en determinado momento
muchos pensarán que el país estará acéfalo.
Inicialmente, será el actual vicepresidente en funciones
quien asuma la presidencia, aunque sea solo para entregarla el 14 a las 14, con
lo cual indefectiblemente ¡Tendremos presidente!, quien tendrá como primera
tarea, hacer público su nombramiento, para que aquellos que estén agitando las
aguas de la política no saquen provecho alguno de su hacer.
Seguidamente, deberá nombrar a su nuevo vicepresidente,
siguiendo un proceso como el seguido por el defenestrado Otto Pérez Molina,
cuando le nombró a él.
En cuanto a las protestas ciudadanas considero que
deberán de desaparecer de la escena política nacional, toda vez que los titulares
del Organismo Ejecutivo ya no serán los mismos, y los nuevos, cuando menos
merecen se les brinde la oportunidad de “llevar la fiesta en paz”, hasta que
demuestren que no es así, pero, dada la actual coyuntura, será muy difícil que
deseen seguir removiendo las aguas políticas y judiciales antes de la
celebración de las Elecciones Generales.
Hemos de reconocer que quedan muchas reformas por hacer,
pero ya no hay tiempo y el sistema es incapaz de hacerlas, porque el Organismo
Legislativo sigue cooptado por “los mismos de siempre” y no podemos esperar que
hagan algo tan audaz como aprobar su no reelección, convocar a una Asamblea
Nacional Constituyente y disolverse en el corto plazo que resta antes de la
verificación de los comicios. Por el contrario, es de esperar que sigan sin
presentarse a las sesiones plenarias, con la esperanza de capturar los “votos
de acarreados” y lograr su reelección, porque el voto pensante, es definitivo
que no los volverá a votar.
Esperamos que todo siga en paz y democráticamente como
hasta hoy, porque ya se han dado pasos y solamente se hace camino al andar.
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