jueves, 20 de agosto de 2015

Editorial 11 (20150820)

EDITORIAL 11  (20150820)

Una Necedad Entronizada
Entre el abanico de posibilidades que se presentan como candidatos(as) a la Presidencia de la República, hay algunas caras nuevas y otras ya conocidas por diversos motivos. Entre las caras conocidas, sobresale la de una mujer: Sandra Julieta Torres Casanova, quien es postulada por el partido Unidad Nacional de la Esperanza y actualmente compite contra una cara relativamente nueva en la política, Jimmy Morales, por el segundo lugar en la preferencia de voto.
Lo anteriormente expuesto no merecería nuestro comentario, porque aparentemente, “es parte de cualquier contienda electoral: Habrá un ganador(a), un segundo lugar, un tercero y así sucesivamente”, el objeto de nuestra consideración estriba en la conocida “necedad” de ella por ser electa como la primera mujer presidenta de la historia guatemalteca, que no tendría nada de malo si no fuera por la serie de desaciertos que ha tenido para lograrlo, puesto que inicialmente, su paso como Primera Dama de la nación lo utilizó para hacer una serie de negocios poco claros al frente de los programas sociales y promocionar su imagen para presentarse como candidata al puesto que ocupaba su esposo en las siguientes elecciones, al no lograrlo por ser esposa del presidente del entonces, Álvaro Colom, se divorció, y se lanzó frenéticamente a conseguir el control del partido político fundado por su exesposo, hasta que lo consiguió, juntamente con la Secretaría General del mismo.
Una vez que lo obtuvo, cayó en cuenta que como ningún partido repite en la presidencia, la UNE no iba a ser la excepción, por lo que le fue urgente la consecución de nuevos financistas para el partido, toda vez que ella fuera la nominada a la candidatura presidencial…, así que nada le importó y traicionó la filosofía Social Demócrata del partido, al aliarse con un gran financista del partido de derecha, a cambio de dinero y cediendo la candidatura vicepresidencial.

Nos preguntamos pues, ¿Cuál es su necedad de querer ser presidenta, cuando visto está que hasta una cara nueva le alcanzó y superó en la intención de voto?, no concebimos que sea otra cosa que un ansia desmedida de poder, un poder que ya detentó de facto, cuando su hoy exesposo era presidente. 

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