EDITORIAL 11 (20150820)
Una
Necedad Entronizada
Entre el abanico de posibilidades que se presentan como
candidatos(as) a la Presidencia de la República, hay algunas caras nuevas y
otras ya conocidas por diversos motivos. Entre las caras conocidas, sobresale
la de una mujer: Sandra Julieta Torres Casanova, quien es postulada por el
partido Unidad Nacional de la Esperanza y actualmente compite contra una cara
relativamente nueva en la política, Jimmy Morales, por el segundo lugar en la
preferencia de voto.
Lo anteriormente expuesto no merecería nuestro
comentario, porque aparentemente, “es parte de cualquier contienda electoral:
Habrá un ganador(a), un segundo lugar, un tercero y así sucesivamente”, el
objeto de nuestra consideración estriba en la conocida “necedad” de ella por
ser electa como la primera mujer presidenta de la historia guatemalteca, que no
tendría nada de malo si no fuera por la serie de desaciertos que ha tenido para
lograrlo, puesto que inicialmente, su paso como Primera Dama de la nación lo
utilizó para hacer una serie de negocios poco claros al frente de los programas
sociales y promocionar su imagen para presentarse como candidata al puesto que
ocupaba su esposo en las siguientes elecciones, al no lograrlo por ser esposa
del presidente del entonces, Álvaro Colom, se divorció, y se lanzó
frenéticamente a conseguir el control del partido político fundado por su
exesposo, hasta que lo consiguió, juntamente con la Secretaría General del
mismo.
Una vez que lo obtuvo, cayó en cuenta que como ningún
partido repite en la presidencia, la UNE no iba a ser la excepción, por lo que
le fue urgente la consecución de nuevos financistas para el partido, toda vez
que ella fuera la nominada a la candidatura presidencial…, así que nada le
importó y traicionó la filosofía Social Demócrata del partido, al aliarse con
un gran financista del partido de derecha, a cambio de dinero y cediendo la
candidatura vicepresidencial.
Nos preguntamos pues, ¿Cuál es su necedad de querer ser
presidenta, cuando visto está que hasta una cara nueva le alcanzó y superó en
la intención de voto?, no concebimos que sea otra cosa que un ansia desmedida
de poder, un poder que ya detentó de facto, cuando su hoy exesposo era presidente.
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