EDITORIAL
Un
sombrío futuro
Como consecuencia de las recientes declaraciones del
titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y
su homóloga del Ministerio Público (MP), en cuanto a hacer público que poseen
pruebas contundentes que tanto la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, como el
actual presidente de la república, Otto Pérez Molina, formaban parte de la
estructura de defraudación aduanera denominada “La Línea”, la primera fue
aprehendida y contra el segundo, se promovió la acción de antejuicio
correspondiente, para su posterior enjuiciamiento.
Para ambos casos, no se nos ocurre una peor manera de
planificar su vejez, toda vez que en ambos casos no solo salieron de las
esferas de poder, sino arruinaron lo que les quede de vida… Realmente es penoso
que se haya “engolosado” tanto por el dinero, cuando ello se esperaría de
alguien inculto y no de alguien con la mediana cultura que poseen ambos.
En el caso de la señora Baldetti, quizá sea más doloroso
su castigo, porque cuando fue diputada se labró un prestigio por su labor de
denuncia y fiscalización del accionar del gobierno ejercido por la UNE en aquel
entonces, al grado que no pocos la votaron cuando se lanzó como vicepresidenta
porque veían en ella un adalid de la justicia y fiscalización, hasta que sus
acciones como vicepresidenta les dieron un tremendo revés en la cara a todos
sus electores. Mientras sus hijos “pusieron pies en polvorosa”, ante el
escarnio que todo mundo hacía de su madre por su torpe actuar como vicemandataria,
y se empezaron a filtrar las primeras sospechas del saqueo que hacía de las
arcas nacionales, en detrimento de toda la población, hasta que se vio obligada
a dimitir de su cargo.
En el caso del presidente, la situación toma matices más
dramáticos, puesto que se supone que es la persona más capaz e idónea de un
país, y por ello resulta de lo más insultante para la población que, para lo
único que fue verdaderamente capaz, fue para planificar y dirigir un robo
continuado del erario nacional en beneficio propio.
En ambos casos, serán los tribunales quienes les impongan
la sentencia que corresponda, con la diferencia que a Baldetti Elías, le espera
otro juicio en Estados Unidos, cuando haya purgado su condena en Guatemala, por
su implicación en la red de lavado de dinero y narcotráfico liderada por su
amiga: “La Reina del Sur”.
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