Editorial
Cómo
son los candidatos
En Guatemala nos topamos con cada cosa y cada caso que
como decían ciertos comediantes del pasado: “ya no sabemos si reír o llorar”.
Tal es el caso del binomio presidencial del FCN
conformado por un comediante a la cabeza y un académico como su segundo… Y es
que cuando menos, las posiciones debieran ser al revés, porque se supone que el
líder principal debe ser quien mayores conocimientos pueda aportar, lo cual no
quiere decir que un comediante no los tenga, y quizá muchos más que la mayoría
de guatemaltecos, por el simple hecho de no padecer de “pánico escénico” y
tener la capacidad de hacerse simpático a su auditorio, pero ¡Vamos!, que eso
cuente como algo vital para conducir un Estado, hay demasiada distancia.
Pero nuestro país es “especial” para todo, principalmente
para “meter la pata” y hacer las cosas “a la chapina”, incluso, poseemos la
costumbre de ser impuntuales y lo hacemos simpático, arguyendo que “es la hora
chapina”.
Pero el problema personal de todos, atañe a la propia
sobrevivencia material en primera instancia y, de algo hay que vivir y qué
mejor si se tiene la virtud de hacerse simpático a los demás, no tener pánico
escénico y que haya quien pague por el espectáculo…
Tal –creo- fue el pensamiento inicial de Jimmy Morales al
aceptar la candidatura presidencial de un partido que, como todos, posee
“alianzas estratégicas” con oscuras personalidades de la política nacional y
con algunos delincuentes que purgan penas en diferentes centros de detención…
pero así es nuestra Guatemala: un sitio donde es factible que suceda lo
imposible, donde para “taparle el ojo al burro”, se procede a maquillar las
cosas superficiales, para esconder la verdadera podredumbre que hay debajo,
aunque “el chapús” quede mal hecho, verbigracia, contar con una imagen que
denote conocimiento y que haya ocupado un cargo de prestigio, como el de Rector
Magnífico de la Usac…
¿Cómo es posible que la ciudadanía esté pensando que un
comediante con lazos de con la alta cúpula militar y “amigo” de un capitán que
purga una pena por asesinato, y con el exjefe del temido Comando Seis de la
desaparecida Policía Nacional, Pedro García Arredondo, quien purga una condena
de 90 años, vaya a ser el presidente idóneo para nuestro país? ¿Acaso le creen
que no sea “ni político ni corrupto”?, ¡Vamos!, si está como candidato, ¡Es
político! Y si su partido posee fundadores tránsfugas de partidos oscuros del
pasado como el FRG, que fue uno de los gobiernos más corruptos, ¡Es corrupto!
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