Editorial
Repensando
la PNC
Vivir en Guatemala se ha hecho como estar esperando a que
suceda lo inconcebible, puesto que resulta increíble a ojos de cualquiera, que agentes
de la Policía Nacional Civil (PNC) hayan sido capturados como parte de una
estructura dedicada al narcotráfico, cuando son los llamados a controlarlas.
Pero la pregunta es ¿Por qué suceden estas cosas? En tal
sentido encontramos que estos agentes han sido reclutados por su baja formación
moral y académica, su necesidad de dinero en una sociedad cada vez más
competitiva, y por qué no decirlo, porque obedecen órdenes superiores que deben
cumplir…
El asunto no es que haya algunos elementos malos, sino
cómo saber en quién confiar y en quién no. Es un problema que sienta un pésimo
precedente. Del desgaste que estas situaciones provocan a lo interno de la
institución, del gobierno y entre toda la población.
Se viene a caer en cuenta que aquello que estaba
concebido para resguardarnos se ha tornado en contra nuestra y nos ataca
amparándose en la autoridad que hemos depositado en ellos, por lo que es imperativo
no solo hablar de las falencias, sino adoptar una posición propositiva.
Al respecto, es bueno tener en cuenta las causas que,
como ya se ha apuntado, van mucho más allá de una mera depuración que suele
hacerse en este tipo de casos, puesto que aunque hay de expulsar a los malos
elementos, también hemos de reconocer que no todos son malos y que algunos, si
no la mayoría, son elementos que sí cumplen con su deber y están imbuidos de
los valores morales que deben profesar en el desarrollo de su misión. Porque
ser policía es una especie de lotería en Guatemala, porque el salir a la calle
uniformado te identifica claramente como el primer blanco a neutralizar por los
delincuentes, como el alguien que hay que esperar a que ya no te vea para
cometer un delito, como la persona que no puede acercarse hacia el sitio donde
se cometerá un delito, etc.
Habrá que pensar seriamente lo que haremos para rescatar
esta institución del estado de desconfianza que ahora genera entre la población,
siendo conscientes que los esfuerzos e inversión en ella deberán redoblarse,
para dotarles de salarios acordes a los riesgos que toman, para dotarles de
mejor equipo, para formarlos mejor, para investigar su procedencia y lograr
tener la institución que todos necesitamos.
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