ORIFICIO
El
determinante voto LGTTBI
Jolie Totò Ryzanek Voldan
Uno de los tantos temas “tabú” en el machista país
llamado Guatemala, es el relativo a la igualdad de las personas pertenecientes
a la diversidad sexual, conformada por las personas Lesbianas, Gais,
Transgénero, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales, que aunque “no existen”
legalmente en nuestro ordenamiento jurídico actual, “sí existen” como
ciudadanas(os) que cuando menos en la letra muerta, poseen los mismos derechos
y obligaciones que poseen los(as) demás ciudadanas(os) de la república, y
conforman el respetable número del 10% de ella, o sea 746,000 votos potenciales
que ninguno de los candidatos ha querido movilizar en su favor por meros
prejuicios, y cuando se les pregunta respecto de su posición respecto de esta
minoría tan importante al momento de una votación, generalmente evaden brindar
alguna respuesta directa y casi automáticamente desvían o cambian el tema.
El punto que me preocupa, como parte integral de esta
minoría es la exclusión y discriminación abierta o solapada de los(as)
candidatas(os), por cuanto ello denota su poca visión de nación o su desinterés
por un tema tan puntual en las sociedades actuales, toda vez que la población
seguirá creciendo y con ella, la cantidad de personas integrantes de esta
minoría.
Igualmente me preocupa el desmedro que todas(os) hacen de
la legislación internacional (que es preeminente ante el orden jurídico
nacional), al ejercer discriminación hacia personas por razones de género u
orientación sexual, lo cual les coloca en una clara situación de ilegalidad a
nivel internacional y si no gozaran del derecho de antejuicio, todas(os) y cada
una(o) pudieran ser encausados judicialmente por ese delito.
Quizá lo peor sea, el espectáculo tan poco edificante que
transmiten a las nuevas generaciones, y la vergüenza en que nos colocan como
país, puesto que ciertamente existe una concepción dicotómica
(masculino-femenino) en nuestro ordenamiento jurídico que no ha podido ser
actualizado, pero ello no justifica la comisión de otra falta al Derecho
Internacional –al Tratado de Viena, específicamente-, al no haberlo hecho,
precisamente, por la preeminencia de este ante el ordenamiento jurídico interno
y la no adecuación de nuestro ordenamiento a los lineamientos suscritos y
ratificados a nivel internacional, situación última que es de carácter
OBLIGATORIO A TODOS LOS PAÍSES FIRMANTES DEL CONVENIO QUE LO HAYAN RATIFICADO,
siendo Guatemala uno de los países que lo ha firmado y ratificado desde hace
muchos años.
La otra visión que me motiva hoy a señalar este tema es
observar la poca visión que poseen los(as) candidatos(as) respecto de esta
problemática creada a lo interno de nuestra sociedad, porque desnudan su
ignorancia total en cuanto a una temática que debieran conocer a la perfección,
toda vez que como ya se apuntó, pueden llevarles fácilmente a un triunfo
electoral (7,460 votos cuentan en una elección con un margen de participación
real que ronda el 50% de los sufragios efectivos) holgado y fácil, si tan solo
cumplen con la legislación internacional vigente.
Guatemala siempre ha sido un país que se ha caracterizado
por “andar haciendo chapuces” para enmendar las “metidas de pata” de sus
funcionarios, precisamente, porque quienes optan a los puestos de elección desoyen
la voz del pueblo que lo único que pide es la “igualdad de todos ante la ley”.
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